domingo, 5 de abril de 2015

Vida oculta de Jesús

                                                   Rutina habitada
                                 Vida oculta de Jesús y cotidianidad creyente
  

                                                           Margarita Saldaña Mostajo

            El objetivo de la obra es escudriñar el tiempo de la vida oculta de Jesús para trazar unos criterios de vida para los cristianos, que viven ocupados en las tareas cotidianas que cada cultura entraña. Y «se entiende por vida cotidiana la realidad que comprende la vida humana en su conjunto» (17). Al final se dan unas propuestas de espiritualidad de lo cotidiano para que alimenten la vida cristiana.
           
El texto se divide en seis capítulos. En el primero se define lo cotidiano desde la filosofía y sociología, expone sus símbolos más importantes y su lugar en el proyecto del Señor. Es importante destacar que lo privado lo entendemos como el espacio individual donde no se contempla lo público; sin embargo, en tiempos de Jesús, no existe esta contraposición: privado es el espacio de las mujeres; público el de los hombres. Con todo, lo cotidiano comprende la vida natural (tiempo y espacio)  y la existencia histórica que se identifica en el tiempo y el espacio en que vivimos. Aplicado esto a la vida de Jesús, la autora distingue entre la vida ordinaria ―desde su nacimiento hasta el bautismo de Juan—, y la vida ministerial ―del bautismo hasta su muerte en cruz. No se debe pensar que la vida ordinaria no tiene valor, porque se está preparando para la proclamación del Reino. El único cambio que se aprecia en Jesús entre la vida ordinaria y la ministerial es en la forma de llevar a cabo la misión que el Padre le ha encomendado. La Encarnación tiene una misión desde el mismo instante que el Señor decide enviarlo por amor y en el momento que se hace hombre (cf. Jn 1,14; 3,16). A continuación el texto se adentra en la cotidianidad de la vida de Jesús. Se recogen los datos más seguros de las últimas investigaciones sobre el entorno de Jesús anterior al bautismo y la proclamación del Reino: Jesús vive unos 33 años en Nazaret; pertenece a una familia religiosa, propia del campesinado de Galilea; es un especialista de la piedra, madera y hierro, que aprende de su padre y del que hereda los utensilios para trabajar; ora y celebra las fiestas de Israel; etc.
           
Dos textos nos dan la clave de la vida cotidiana de Jesús. El primero es Lc 2,41-52: Jesús perdido y hallado en el templo. Jesús se coloca en el centro de la perícopa al estar en medio de los doctores interpretando la Ley y los Profetas; pero al bajar con sus padres a Nazaret indica el Evangelista que «les estaba sometido», o les era dócil, lo que entraña estar veinte años experimentando las etapas propias de la vida de un persona: la adolescencia, la juventud, la madurez, con sus crisis de crecimiento habituales, las relaciones con sus amigos, con su familia, etc. Sucede lo mismo que los anuncios a Zacarías y a María; del espacio sagrado del templo se pasa a la casa de cualquier familia; aquí de estar con los doctores en el recinto sagrado de Israel a una humilde aldea del norte de Palestina; toda la realidad es objeto de la mirada y encarnación divina. Y es en Nazaret donde se desarrolla como hombre y como judío piadoso. El segundo texto es Flp 2,6-8. El Hijo deja su gloria divina para ser uno de tantos; se vacía de su gloria para que, en forma de siervo, es decir, obediente a Dios, lleve a cabo la salvación proyectada por el Señor desde que se introdujo en la historia el pecado. «Esto equivale afirmar que el abajamiento de Cristo es el lugar de la revelación de la divinidad, de modo que el texto en su conjunto ofrece una determinada comprensión de Dios (cuya fuerza resplandece en la debilidad  y cuyo señorío asume la servidumbre), una visión del ser humano (llamado a realizarse en la obediencia radical) y un desafío sociológico sin precedentes (la construcción de unas estructuras sociales basadas en el descenso)» (87).
           
Un extenso capítulo relata la presencia de estos años en los escritos de los Padres y de los Teólogos, como en el Magisterio de la Iglesia. León Magno acentúa  la humildad de Jesús en esta época, Buenaventura de Bagnoreggio, su humildad y abyección, hasta la reciente historia de la exégesis bíblica en sus tres etapas fundamentales. La conclusión es que no se ha dado en la historia de la Iglesia una teología de la vida ordinaria de Jesús y su carácter revelador y salvador (142). En el último capítulo se expone el realismo de la Encarnación, donde Dios se hace presente en todas las etapas de la vida humana, santificándolas, es decir, dando sentido desde su misma presencia en la historia lo que es la santidad en los cauces normales de toda persona, que en Jesús es toda su vida, además de su muerte y resurrección, no sólo los tres años de ministerio público. El reino que predica, que es su propia vida, es lo que ha vivido y lo que ha dicho por medio del silencio de los años en su pequeña aldea de Nazaret y en su patria chica de Galilea, a lo que se suma las parábolas y los milagros de su ministerio público. No obstante esto, la potencia de esta vida ordinaria le llega de la resurrección, porque la concreción de su existencia adquiere valor universal para toda persona, y toda persona de todas las épocas, precisamente por su filiación divina. Al final, el texto relaciona la vida oculta con la Trinidad, la Eucaristía (agradecer, entregarse, exponerse), como la kénosis sacramentalizada en el pesebre, el sepulcro y la eucaristía, cuyo abajamiento y humildad del Hijo de Dios tanto aprecia Francisco de Asís. El texto, unido a Filipenses, invita a los cristianos a correr y seguir el camino de los humildes, de la ignominia (cursus pudorum) en vez de los honores y dignidades fatuos (cursus honorum), en terminología del Imperio.


                                 Sal Terrae, Santander 2013, 221 pp., 14,5 x 21 cm.


           
           


La Carta de la Tierra y la Religión

                                                                     Carta de la Tierra


                                                                II

                                                           La Carta de la Tierra y la Religión



Francisco López Bermúdez
Facultad de Letras
Universidad de Murcia


            Carta de la Tierra es el resultado de un diálogo multinacional e intercultural a nivel mundial, mantenido durante más de una década,  acerca de diversos objetivos  y valores compartidos. Las consultas sobre la Carta iniciaron durante la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992. Sin embargo, su redacción se realizó  y concluyó como una iniciativa de la sociedad civil. El propósito de la Carta de la Tierra fue articular un consenso en torno a los valores compartidos, el cual iba tomando forma dentro de la emergente sociedad civil global. Muchos líderes religiosos de diversas tradiciones participaron en el proceso de consulta y de redacción.
            La Carta de la Tierra expone una serie de principios éticos generales y  estratégicos para la consecución de un mundo justo, sostenible y pacífico. El texto contempla y  afirma muchos de los valores fundamentales de las grandes tradiciones religiosas de la humanidad, como la compasión, el amor, la justicia, la solidaridad, el cuidado de los pobres, la conservación de la naturaleza y la gestión medioambiental. La Carta promueve el establecimiento de una cultura de tolerancia, de no violencia y de paz. Asimismo, el documento apoya firmemente el respeto hacia la diversidad cultural y religiosa.
           
La Iniciativa de la Carta de la Tierra exhorta a todas las culturas y religiones que adopten y apliquen, según sus propios métodos, la ética del respeto y el cuidado de la naturaleza y medio ambiente, de todos los pueblos y de la gran comunidad de la vida. La Carta no pretende implantar un ecologismo radical ni tiene como finalidad establecer una nueva religión mundial ni tampoco se presentó  como una “revelación mística”, tal como algunos han aseverado. La Carta de la Tierra no pretende reemplazar los más altos requerimientos éticos de las religiones mundiales con algún tipo de minimalismo ético. Diferentes tradiciones y organizaciones reafirman, celebran y promueven la Carta de la Tierra de diferentes formas.
           
La Comisión  y el Consejo Internacional responsables de su elaboración acogieron la diversidad de respuestas provenientes de centenares de organizaciones y grupos religiosos. Aquellos no identificaron la Carta de la Tierra con ninguna respuesta en particular; además de sus principios éticos, la Carta reconoce la importancia de la dimensión espiritual de la vida y hace referencia a diversos valores espirituales ampliamente compartidos  haciendo  énfasis en el hecho de que “una vez satisfechas las necesidades básicas, el desarrollo humano debería tender, primordialmente, a  ser más, no a tener más”. Asimismo, se afirman los valores de “reverencia ante el misterio del ser, gratitud por el regalo de la vida y humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza”.
           
Desgraciadamente, la Carta de la Tierra, que buscaba apoyo a través de los límites de la fe y la cultura, no hace referencia alguna a Dios, al Creador, debido a que algunas tradiciones religiosas y ciertos  humanistas no utilizan su nombre en su lenguaje. Sin embargo, millones de personas que profesan religiones cristianas, judías, islámicas e hindúes, al igual que otras tradiciones religiosas, optan por interpretar la cita en torno a “la reverencia ante el misterio del ser” como una llamada a la reverencia ante Dios. Probablemente, la comisión que redactó el texto tendría en cuenta la Pacem in Terris, Carta Encíclica de Juan XXIII sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad (11 de abril de 1963).
            La Carta de la Tierra enseña el respeto hacia la naturaleza y la Tierra, nuestro hogar planetario, y escribe en mayúscula la Tierra porque es el nombre del planeta. Todos los planetas de nuestro sistema solar tienen nombres. Los astrónomos, científicos en general y muchos otros utilizan los nombres de los planetas en mayúsculas cuando se refieren a los mismos. Además, el uso del nombre de la Tierra evoca la imagen del planeta en el espacio, tal como lo captan  las fotografías que hacen  los astronautas. Esta imagen de la Tierra, como un planeta relativamente pequeño, hermoso y frágil que flota en el espacio, promueve actitudes de respeto y cuidado.
            La Carta de la Tierra reconoce que todas las naciones, pueblos y religiones viven en un mundo cada vez más interdependiente y que muchos problemas urgentes sólo pueden gestionarse y resolverse a través de la cooperación global. La colaboración y las alianzas de trabajo requieren de objetivos y valores en común, tales como los que se encuentran en la Carta de la Tierra y en la doctrina de la Iglesia Católica. Existe una necesidad de liderazgo y de apoyo a todas las religiones mundiales, en un esfuerzo para promover los valores compartidos y crear una comunidad mundial justa, sostenible y pacífica. A pesar de que la Carta de la Tierra promueve la cooperación mundial y una comunidad global, su finalidad no es fomentar la creación de un gobierno y religión mundial. Sí propone que el establecimiento de una “alianza entre las religiones, los gobiernos, la sociedad civil y el sector comercial es esencial para una gobernabilidad efectiva”.
           
Los valores que contiene la Carta de la Tierra se hallan en nuestra religión, en los continuos mensajes que el  Papa Francisco pronuncia, tales como en la  XLVII Jornada de la Paz  del pasado 1 de enero: “Rezo de modo especial para que, respondiendo a nuestra común vocación de colaborar con Dios y con todos los hombres de buena voluntad en el respeto a la hermanan y madre tierra, a la promoción de la concordia y la paz en el mundo, resistamos a la tentación de comportarnos de un modo indigno de nuestra humanidad”. “Esta tierra nuestra necesita de continuos cuidados y atenciones, y cada uno tiene una responsabilidad personal en la custodia de la Creación, don precioso que Dios ha puesto en las manos del Hombre”. “La naturaleza está a nuestra disposición, podemos disfrutar y hacer buen uso de este precioso don. Somos custodios, pero no dueños, de la Tierra y sus recursos, por eso la debemos amarla y respetarla” (28.10.2014). “La vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana que corresponde a todos”. Custodiar toda la belleza de la Creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra San Francisco de Asís: tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos (19.03. 2013).


Frase: “La vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana que corresponde a todos”.






Santos y Beatos: del 1 al 12 de abril

                                                                                   ABRIL

                                                                                  1 de abril


                                                     Anacleto González Flores (1888-1927)

            El beato Anacleto González Flores, de la Orden Francis-cana Seglar, nace en Tepatitlán (Jalisco. México), el 13 de julio de 1888, hijo de Valentín González Sánchez y María Flores Navarro. Ingresa en el Seminario de San Juan de los Lagos. Comprueba que no tiene vocación y estudia en la Escuela Libre de Derecho. En 1920 se afilia a la sociedad secreta “Unión de Católicos Mexicanos” de la que sería su director en Jalisco. Es disuelta por Pío XI en 1929. Contrae matrimonio con María Concepción Guerrero en octubre de 1922, con la que tiene dos hijos. Apoya la Liga Nacional en defensa de la libertad religiosa contra los ataques laicistas del Estado. Crea la Unión Popular a principios de 1925 con un órgano de difusión llamado «Semanario Gladium», que alcanza una tirada de cien mil ejemplares. Apoya a la Iglesia con libros, artículos, conferencias, etc. Como abogado protege continuamente a los pobres y marginados que no tienen medios para defenderse. La madrugada del 1 de abril de 1927 lo apresan y, trasladado al cuartel Colorado, es torturado y asesinado. El papa Benedicto XVI lo beatifica el 20 de noviembre del año 2005.

                                               Común de Mártires

            Oración. Señor, Dios nuestro, que concediste al mártir Anacleto González Flores pelear el combate de la fe hasta derramar su sangre, te rogamos que su intercesión nos ayude a soportar por tu amor la adversidad, y a caminar con valentía hacia ti, fuente de toda vida. Por nuestro Señor Jesucristo.


                                                                                    2 de abril
                                                           Leopoldo de Gaiche (1732-1815)

            El beato Leopoldo nace en Gaiche (Perusa. Italia) el 30 de octubre de 1732, hijo de José Croci y Antonia María Giorgi. Viste el hábito franciscano el 19 de marzo de 1751 en el convento de San Bartolomé de Civitola. De 1752 a 1757 se entrega al estudio de literatura, filosofía y teología. Es ordenado Sacerdote el 5 de marzo de 1757 y enseña filosofía y teología en el Centro de estudios de su Provincia. El beato Leopoldo se dedica a la predicación, sobre todo en la Umbría y el Lazio. Buen orador, sigue el método y el reglamento sobre las misiones de San Leonardo de Porto Mauricio. Sus misiones duran al menos 15 días con varios sermones cada jornada. Su predicación se centra en la pasión y muerte del Señor, erigiendo el «Vía Crucis» en las iglesias y fomentando la devoción a la Santísima Virgen. En todas las misiones tenía dos procesiones dedicadas a Jesús y a María. Desempeña el oficio de Guardián, Vicario y Ministro Provincial de la Umbría. Muere el 2 de abril de 1815 en Espoleto, a la edad de 83 años, de los que 47 los había ocupado en las misiones. El papa León XIII lo beatifica el 12 de marzo de 1893.
                                   Común de Pastores o Santos Varones,

            Oración. Señor, luz de tu pueblo y pastor de los hombres, que has confiado al beato Leopoldo de Gaiche la misión de apacentar a tu pueblo con la predicación y con el testimonio de una vida santa, concédenos, por su intercesión, guardar íntegro el don de la fe que nos legó su palabra y seguir el camino que nos marcó su ejemplo. Por nuestro Señor Jesucristo.


                                                                                 2.1 de abril
                                                             Isabel Vendramini (1790-1860)

            La beata Isabel Vendramini nace en Bassano del Grappa (Vicenza. Italia) el 9 de abril de 1790. Estudia en las Agustinas, donde recibe una formación espiritual centrada en la vida interior y en la relación personal con Dios. A esto se une su tendencia a vivir en soledad y a mantener una relación constante con Dios cultivando la vida de oración. La inclinación religiosa de su vida la enriquece con unas cualidades extraordinarias que le hacen ser admirada por todo su entorno social. Poco antes de casarse ve con claridad que debe entregarse por completo al Señor, lo que constituye para ella una verdadera conversión. En 1821 viste el hábito de la Orden Franciscana Seglar en Fassano con el nombre de Margarita. Marcha a Padua y funda el 4 de octubre de 1830 las Hermanas Isabelas de la Tercera Orden de San Francisco. Las religiosas llevan una vida intensa de oración que alternan con la educación de la juventud y la atención a las señoras ancianas. Muere en Padua el 2 de abril de 1860, y el papa Juan Pablo II la beatifica el 4 de noviembre de 1990.

                                               Común de Vírgenes


            Oración. Oh Dios, que hiciste a la beata Isabel Vandramini una maestra en la vida interior y en la oración, concédenos, por su intercesión, vivir los misterios de tu Hijo, para que podamos llenarnos de alegría en la manifestación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.


                                                                                   3 de abril


                                                      Juan de Penna San Juan (1200ca.-1271)

            El beato Juan nace hacia el año 1200 en Penna San Giovanni (Macerata. Italia). Fray Felipe evangeliza en Las Mar-cas y atrae a Juan, con unos quince años, para que siga a San Francisco. Ingresa en el convento de Recanati. Ordenado sacerdote, es enviado a predicar en la Provenza bajo la dirección de Juan Bonelli de Florencia. San Francisco, en el Capítulo de 1217, manda a treinta hermanos para combatir la herejía albigense. Aquí pasa veinticinco años. Se le recuerda como un catequista digno de veneración y admiración, además de asistir a los leprosos y otros enfermos. Contribuye al afianzamiento del franciscanismo en Francia. Seguramente conoció a San Antonio de Padua cuando éste predica en Limoges y Tolosa e interviene en el capítulo de Arles. Regresa a las Marcas, donde vive otros treinta años, ejerciendo el oficio de Guardián y proclamando el Evangelio por todo el territorio. Muere el 3 de abril de 1271. El papa Pío VII concede oficio y misa en su honor el 20 de noviembre de 1806.

                                               Común de Pastores o Santos Varones

            Oración. Señor Dios, que no cesas de enaltecer a tu siervos con la gloria de la santidad, concédenos que el Espíritu Santo nos impulse a dar testimonio del Evangelio como lo hizo el beato Juan de Penna San Giovanni. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                                                                 3.1 de abril


                                                            Gandolfo de Binasco (1260)

            El beato Gandolfo nace entre finales del siglo XII y principios del XIII en la provincia de Milán (Lombardía. Italia). Pertenece a la familia de los Sacchi, que lo educa con rigor cristiano. Imitando a San Francisco, entrega todos sus bienes a los pobres, ingresa en la Orden, y se dedica al estudio, la oración y la penitencia. Una vez ordenado sacerdote, evangeliza por toda Italia. Visita las grandes ciudades, sin descuidar su vida de oración y penitencia. Viaja a Sicilia y se retira a un eremitorio cerca de Polizzi Generosa, a 98 kilómetros de Palermo. La vida de soledad y penitencia también la alterna en la Isla con la predicación. Lo hace en las ciudades de Palermo, Termini Imerese, Castelvetrano, etc. Muere en Polizzi Generosa el 3 de abril del año 1260. El papa León XIII aprueba su culto el 10 de marzo de 1881.

                                   Común de Pastores o Santos Varones

            Oración. Señor, tú que otorgaste al beato Gandolfo de Binasco la gracia de seguir y predicar a Cristo pobre y crucificado, concédenos también a nosotros, por su intercesión, la gracia de vivir y proclamar la vida de tu Hijo a todas las gentes. Por nuestro Señor Jesucristo.


                                                                                  4 de abril
                                                             Benito de Palermo (1526-1589)

San Benito nace en San Fratello (Mesina. Italia) en 1526, hijo de Cristóbal Manassari y Diana Larcari, descendientes de esclavos negros. Su oficio de joven es de pastor y agricultor en unas tierras que le cede su padre. A los veintiún años ingresa en una comunidad de ermitaños, fundada por Jerónimo Lanza, que vive bajo la Regla de San Francisco. San Benito llega a ser superior de la comunidad. En 1562 Pío IV suprime el instituto y San Benito ingresa en el convento franciscano de Santa María de Jesús, en Palermo, fun-dado por el beato Mateo de Agrigento. Aquí permanece toda su vida salvo una corta estancia en el convento de Santa Ana Giuliana. Ejerce el oficio de cocinero, guardián, maestro de novicios, etc. Posee el don de consejo y el de discernimiento de los espíritus. Muere el 4 de abril de 1589 a la edad de 63 años. El papa Benedicto XIV lo beatifica y Pío VII lo coloca en el catálogo de los Santos.

                                               Común de Santos Varones

            Oración. Dios, amigo de los hombres, que para realizar tu designio de salvación de todos los pueblos escoges hijos en los que resplandecen los prodigios de tu amor, entre los que brilla el bienaventurado Benito, a quien has llamado para servirte con la oración y la penitencia en la santa Iglesia, concede a tu familia manifestar al mundo con las obras tu amor sin límites. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                                           4.1 de abril

                                   Guillermo Buccheri de Sicli (1309-1404)

            El beato Guillermo, de la Orden Franciscana Seglar, nace en Noto (Sicilia. Italia). Pertenece por un tiempo a la corte de Federico II de Aragón, rey de Sicilia. Después de un accidente, se retira a un lugar solitario cerca de Noto llamado «La celda del Castillo». Al principio le acompaña San Conrado Canfalonieri de Piacenza; cuando éste se recluye en Pizzoni, nuestro beato se va a Sicli en 1345 donde construye un eremitorio junto a una iglesia dedicada a la Señora de la Piedad. Aquí se centra en la oración, llevando una vida de penitencia extrema y mostrando una fortaleza de ánimo inigualable. A pesar de vivir retirado y aislado de la gente, le visitan muchos creyentes para consultarle los problemas de sus vidas y recibir sus favores. Habita en este lugar durante 57 años. Muere el 4 de abril del 1404. Todo el pueblo de Sicli lo traslada a la iglesia de San Mateo en la que es sepultado en olor de santidad. El papa Pablo III aprueba su culto el 27 de junio de 1539

                                               Común de santos Varones

            Oración. Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza, celebrando la memoria del beato Guillermo Buccheri de Sicli y te pedimos que la Familia Franciscana permanezca fiel a su misión y firme en sus compromisos evangélicos. Por nuestro Señor Jesucristo.


                                                                              5 de abril

                                                       María Crescencia Höss (1682-1744)

            Santa María Crescencia Höss, de la Tercera Orden Regular de San Francisco, nace el 20 de octubre de 1682 en Kaufbeuren (Baviera. Alemania). Hija de un tejedor, ayuda a su padre en este oficio hasta que ingresa en el monasterio de las Terciarias Franciscanas de Mayerhoff en Kaufbeuren el 5 de junio de 1703. Durante muchos años ejerce el oficio de portera del convento; después es nombrada maestra de novicias y el 23 de julio de 1741 es elegida superiora. Santa María Crescencia se convierte en guía espiritual y consejera decisiva para muchas personas. Le escriben de todas partes solicitando su consejo. Se distingue por su devoción al Espíritu Santo y a la Pasión de Cristo, así como por su caridad para con los pobres. Muere el 5 de abril de 1744, noche de Pascua ese año. El papa León XIII la beatifica el 7 de octubre de 1900 y Juan Pablo II la canoniza el 25 de noviembre del 2001.

                                                           Común de Vírgenes

            Oración. Oh Dios, Padre misericordioso, que en tu virgen Santa María Crescencia has ofrecido a tu pueblo un ejemplo de perfección cristiana, concédenos, te rogamos, imitar sus virtudes, para que podamos alcanzar la gloria eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                                                                 6 de abril


                                                             Pierina Morosini (1931-1957)

            La beata Pierina Morosini, de la Orden Franciscana Seglar, nace el 7 de enero de 1931 en Fiobbio (Bérgamo. Italia), hija de Roque Morosini y Sara Neris. A los quince años se coloca en la fábrica de algodón Honeger de Albino, sita a unos 4 kms. de su casa. Ayuda en las catequesis de su parroquia y participa en la Eucaristía todos los días antes de ir al trabajo. Su vida ha dejado un ejemplo de sencillez, amor a la pureza, a la oración y a la caridad. El 4 de abril de 1957, a primeras horas de la tarde, mientras regresa de Albino a su casa, en un lugar solitario le aborda un joven. Pierina le opone fuerte resistencia. Es inútil. Agredida, se defiende con todas sus fuerzas. Herida mortalmente en la nuca con una piedra repetidas veces, pronuncia palabras de fe y de heroico perdón, hasta que entra en un coma irreversible. Es llevada al hospital de Bérgamo. Muere a los dos días, el 6 de abril. El papa Juan Pablo II la beatifica el 4 de octubre de 1987.

                                               Común de Mártir

            Oración. Señor, tú que te complaces habitar en los limpios de corazón, concédenos, por intercesión de la beata Pierina Morosini, virgen, vivir, por tu gracia, de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                                                             7 de abril

                                                       Juan Bautista de la Salle (1651-1719)

            San Juan Bautista nace en Reims (Champaña-Ardenas. Francia) el 30 de abril de 1651. Después de cursar los estudios eclesiásticos y una vez ordenado presbítero, entrega su vida al servicio de la infancia abandonada, para la que crea innumerables escuelas y forma a maestros artesanos para su cuidado. Funda el instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Muere en Saint-Yon (Ruán. Francia) en 1719.


                        Común de Santos Varones, para Educadores

            Oración. Señor, tú que has elegido a San Juan Bautista de la Salle para educar a los jóvenes en la vida cristiana, suscita maestros en tu Iglesia que se entreguen con generosidad a la formación humana y cristiana de la juventud. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                                           8 de abril

                                   Julián de San Agustín (1553ca.-1606)

El beato Julián de San Agustín nace en Medinaceli (Soria. España) entre los años 1550 y 1553, hijo de Julián Martinet y Catalina Gutiérrez. Ingresa en el convento de Santa María de La Salceda (Segovia). Es tal la vida de penitencia que lleva, que los superiores le invitan a dejar el convento. Acompaña al padre Francisco de Torres, vestido de peregrino, en sus predicaciones. Ingresa de nuevo en la Orden en la fraternidad de La Salceda, y por las penitencias tan exageradas se le invita a dejar otra vez la vida franciscana. Se retira como ermitaño a lo alto de un monte cercano. Come con los pobres en la puerta del convento y pide limosna para el mantenimiento de los religiosos. Y, por tercera vez, lo admiten en la Orden. Hace el noviciado y acompaña al P. Torres en sus predicaciones, residiendo en Alcalá de Henares. Y aquí permanece el resto de sus días salvo una breve estancia en el convento de Nuestra Señora de la Esperanza de Ocaña (Toledo). Muere el 8 de abril de 1606 y el papa León XII lo beatifica el 23 de mayo de 1825.

                                               Común de Santos Varones

            Oración. Señor, tú que infundiste al beato Julián de San Agustín el espíritu de perseverancia en la vida franciscana, haz que nosotros, practicando las obras de caridad, merezcamos encontrarnos un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                                                                 9 de abril


                                                       Tomás de Tolentino (1260ca.-1321)

            El beato Tomás de Tolentino, mártir, nace en Tolentino (Las Marcas. Italia) hacia el año 1260. En torno a los 15 años entra en la Orden. Pertenece a los llamados franciscanos «espirituales», como Ángel Clareno (1247-1337), Ubertino de Casale (1259-1328) y Pedro Juan Olivi (1248-1298), que rechazan el estudio de Aristóteles, exigen la pobreza personal y comunitaria absoluta y el seguimiento al pie de la letra de la «Regla» y del «Testamento» de San Francisco; tampoco admiten las dispensas pontificias sobre ciertos aspectos del voto de pobreza. Por esto es recluido en un eremitorio de las Marcas, y después dos veces encarcelado, hasta su liberación en 1289. En 1290 marcha como misionero a Armenia. Intercede ante el papa Nicolás V y los reyes de Francia e Inglaterra en nombre del rey Aitón II, para que le ayuden ante la amenaza de los sarracenos. Lo mismo hace con el general Juan de Morrovalle sobre la controversia interna de la Orden y con el papa Clemente V sobre las misiones franciscanas en China. Marcha a China en 1320 con los hermanos Santiago de Padua, Pedro de Siena y Demetrio de Tiflis. Desembarcan en la isla de Salsette, cerca de Bombay. Después pasan a Thana donde dominan los musulmanes, y después de defender la fe cristiana los martirizan. El papa León XIII aprueba su culto el 23 de julio de 1894.

                                                           Común de Mártir

            Oración. Dios de misericordia, te rogamos humildemente que así como infundiste la fidelidad a tu Hijo en el corazón de los pueblos por la predicación del beato Tomás de Tolentino, les concedas también arraigar con firmeza en la fe recibida. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                                                                    10 de abril


                                                           Marcos de Bolonia (1405-1479)

            El beato Marcos nace en Bolonia (Emilia Romaña. Italia) el año 1405, hijo de Bartolomé y Lisa Fantuzzi. Después de cursar los estudios en la Universidad, ingresa en la Orden guiado por el beato Jaime Primaticci. Profesa el 25 de abril de 1431. Se dedica al estudio de la teología, profundizando en la fe con las «Homilías» de San Juan Crisóstomo y de San León Magno. Después de ordenado sacerdote, se relaciona con San Bernardino de Siena, San Juan de Capistrano y San Jaime de la Marca, que le enseñan el apostolado de la predicación. Comienza a predicar en los pueblecitos de Italia, después en las grandes ciudades, y más tarde lo hace en Austria, Alemania, Polonia y Rusia. Visita Tierra Santa en 1463 como peregrino. El 27 de abril de 1452 es elegido en Aquila Vicario General de la Orden, cargo que repite en 1464. Evita la reunificación de las familias franciscanas que intenta el papa Sixto IV. Lema de su vida y de su predicación es la pacificación de las almas, de los pueblos y de la Orden. Muere en Piacenza el 10 de abril de 1479. Su cuerpo, a partir de 1626, es venerado en la basílica de Santa María de Campaña. El papa Pío IX aprueba su culto el 5 de marzo de 1868.


                                   Común de Pastores o Santos Varones

            Oración. Dios y Señor, creador del mundo, bajo cuyo gobierno se desarrolla la marcha de la historia; atiende nuestras súplicas por intercesión del beato Marcos de Bolonia y concede la paz a nuestros tiempos, para que nos gocemos incesantemente en la alabanza de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo.