domingo, 4 de enero de 2015

Francisco de Asís y su mensaje. XI.

                                       Francisco de Asís y su mensaje

                                                                   XI


         El hombre imagen de Dios y de Cristo

            2º Y el hombre es imagen de Dios (cf. RegNB 23,1-2; Adm 5,1) e hijo del Padre (cf. Adm 15,1; 2CtaF 49.54). La filiación divina la descubre Francisco en el seguimiento de Jesús, no en una revelación directa de Dios. A lo más que alcanza Francisco es a comprenderlo como Creador, como Juez, como Rey (cf. ParPN 2; AlD 2,6; 1Cel 16). Seguir a Jesús es cumplir el Evangelio (cf. RegNB 1,1-6; RegB 1,1-2; 12,5), donde se muestra su estilo de vida concretado en sus hechos y dichos. Pero Jesús no representa para él una doctrina que hay que aprender y después enseñar; es una persona viva, y la relación interpersonal que Francisco mantiene con él llega hasta el punto de conformar su existencia en lo exterior e interior (cf. 1Cel 84.103; 2Cel 17; etc.). Y esto lo hace tomando las biografías creyentes de los Sinópticos al pie de la letra. Todos los cuadros evangélicos que describen la vida de Jesús y sus rasgos personales los sigue e imita, desde su nacimiento (cf. 1Cel 84-86; LM 6,1-5) hasta su crucifixión (cf. 1Cel 112.114; LM 13), constituyendo su existencia el mensaje de salvación y su misma posibilidad para toda la creación; es lo que dicta el contenido de la fe cristiana: Cristo es el Salvador (cf. CtaO 3). Y todas las fases de la vida de Jesús como su función salvadora se pueden resumir en la expresión «Jesús pobre y crucificado». Y Francisco logra esta perspectiva, por tres referencias que van a ser las claves de su vida: como la última y definitiva Palabra de Dios en la historia, como lo único que deber ser relevante para los cristianos, como la vía exclusiva para darles la dignidad a los pobres y a los que sufren. Veamos.
           
En primer lugar, la vida de Jesús, con ser extraordinaria, no colma los anhelos humanos. El objetivo último de la fe es Dios, porque la fe vehicula la tendencia humana hacia Él impulsada por la imagen impresa en la vida. Lo que pasma y desconcierta a Francisco es que sea Él quien se hace presente en el hombre. Es Él quien viene a nuestra vida en vez de realizar lo más fácil: potenciar la imagen que ya está puesta en la creación desde el principio y, potenciándola, empujarla para que alcance su gloria, término último de las aspiraciones humanas. Y Francisco descubre que la vida de Jesús es la humanidad del Hijo de Dios (cf. cf. Adm 1,8; OfP 15,7), que es enviado por el Padre para salvar al mundo (cf. OfP 7,3; 11,6; 15,3). Y la razón última de ese envío es el amor, que es capaz de vivir fuera de sí para reconducir la historia desviada por el mal que ha generado el hombre (cf. CtaO 27-29); que la misión divina hace despojarse al Hijo de su gloria divina para hacerse hombre (cf. RegNB 9,1.4-6.8), y que la vida humana que asume es la del siervo, que lleva consigo un servicio hasta la muerte y muerte en cruz; y que dicha presencia kenótica se prolonga en el tiempo en la Eucaristía (cf. CtaO 27-28).
           
El segundo lugar, la pobreza y la cruz de Jesús establece el puesto que le corresponde al cristianismo en la historia. No son los potentados y señores de la tierra (cf. Mc 10,42par) en los que hay que confiar para que rescaten al hombre, por más que Francisco se haya dirigido a ellos (cf. CtaA 1-9), pues son parte de la causa del mal. Son los creyentes que, siguiendo a Jesús, deben continuar por el Espíritu la salvación que él nos trajo. La salvación no está en la riqueza ni en el poder, sino exclusivamente en Dios que se ha hecho carne en Jesús. Y el vacío de Dios significado en la humanidad y una humanidad pobre, como es la vida de Jesús, es la fuente y el recorrido que hace la salvación en la historia (cf. AlD 6; CtaO 3). De ahí que se aferre Francisco a Jesús pobre y crucificado como la única fuente de la salvación. Cuando Francisco se desprende de aquello que da seguridad a esta vida, puede transmitir lo que ha hecho Dios en Jesús. Y a las puertas de la muerte, lo primero que le viene a la memoria son Dios y los leprosos (cf. Tes 1-2; 1Cel 17).

           
En tercer lugar, la consecución de la dignidad filial, o la reconversión de la imagen de Dios de la creación en la imagen de su Hijo para llegar a ser como él, hijos de Dios, sólo se alcanza por medio de una vida pobre y crucificada. Francisco no descubre otro camino para conformarse con Cristo y, por consiguiente, no encuentra otro medio para acceder a la salvación, sino adecuarse a la vida de los pobres y sufrientes de esta vida. Hemos visto que Jesús proclama el Reino de Dios a los pobres y coloca dicha proclamación en el mundo de los pobres: en las pequeñas aldeas de Galilea y en medio de las gentes pobres, olvidadas del poder y alejadas de la riqueza (cf. supra 3.2.2). Francisco sigue a Jesús al pie de la letra en este aspecto. De ahí que experimente un proceso que va de la vida asentada en el dinero producido por el comercio (cf. 1Cel 1; LM 1,1) al seguimiento de Jesús (cf. 1Cel 22), que le introduce en la experiencia de la filiación divina (cf. Adm 15,1; 2CtaF 49.54) y le capacita para ser libre de los poderes de la tierra; después practica misericordia con los pobres y sufrientes, simbolizados por los leprosos de entonces, una vez que admite su existencia al besar a uno de ellos (cf. 1Cel 17; 2Cel 9); por último, se hace uno de ellos (cf. LP 64; EP 58). Sólo así, como Jesús, vaciado del poder y de la riqueza, puede mostrar el camino de la salvación a los marginados de esta vida. Por eso lo manda a sus seguidores: «... deben gozarse cuando conviven con gente de baja condición y despreciada, con los pobres y débiles, con los enfermos y leprosos, y con los mendigos en los caminos» (RegNB 9,2). 

Santos y Beatos: del 5 al 10 de enero

                                                                         5 de enero
                                                         Rogerio de Todi (1237ca.)


En el Espejo de Perfección San Francisco relata las virtudes de sus primeros discípulos. Del beato Rogerio de Todi dice: «Toda su vida y comportamiento estaban saturados de una ardiente caridad» (n.85). Nace en Todi (Perugia. Italia). Al ingresar en la Orden se siente como un «hombre nuevo» (cf. Rom 13,14; Ef 4,24; Col 3,10). Es compañero de Bernardo de Quintaval, Gil, Silvestre, etc. Dispuesto a dedicarse por entero a la evangelización de los pueblos con las solas armas de la entrega a Dios y a los hombres, lleva una vida de extrema pobreza, como señala Jesús en el Evangelio y manda San Francisco a sus discípulos (cf. RegNB 1,1-5). Viaja a España con la misión de fundar fraternidades y erigir la primera Provincia. En la constitución de las fraternidades se responsabiliza de los oficios de formación de los candidatos y de la dirección de las mismas. En el año 1228 dirige a la beata Felipa Mareri, fundadora, con un grupo de discípulas, de un monasterio en Rieti (Lazio. Italia). Poco a poco las conduce a la profesión de la Regla de Santa Clara. Su muerte se fija poco tiempo después de la de Santa Felipa, quizás el 5 de enero del año 1237. El papa Gregorio IX, que lo conoce personalmente, concede a la ciudad de Todi su culto, y Benedicto XIV lo extiende a toda la Familia Franciscana el 24 de abril del año 1751.

                             Común de Santos Varones

Oración. Señor, tú por la predicación del beato Rogerio de Todi llamaste a nuestros padres a la luz del Evangelio y de la Regla de San Francisco, concédenos, por su intercesión, crecer continuamente en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina contigo.


                                                                               5.1 de enero
                                                    Diego José de Cádiz (1743-1801)


El beato Diego José nace en Cádiz (Andalucía. España) el 30 de marzo de 1743. Estudia Lógica y Metafísica con los Dominicos de Ronda (Málaga). Profesa en los Hermanos Menores Capuchinos de Sevilla el 31 de marzo de 1759 y recibe la ordenación sacerdotal en Carmona (Sevilla) en el año 1766. Aprende el ministerio de la palabra en Ubrique (Cádiz). En 1771 se incorpora a las misiones itinerantes populares capuchinas, cuya finalidad es la reforma de las costumbres por medio de instrucciones doctrinales y morales. Y así recorre toda la geografía española; sus sermones, pláticas, catequesis se dirigen a niños, jóvenes y mayores. Potencia la religiosidad popular celebrando procesiones de penitencia y rosarios públicos. Difunde la devoción a la Virgen en la advocación de la Divina Pastora. Promueve los ejercicios espirituales, sobre todo para el clero secular y regular, e incluso para seglares. A pesar del barroquismo propio de la época, se distingue en su predicación por la sencillez. Lucha contra el catolicismo ilustrado. Es calificador de la Suprema como teólogo, examinador sinodal y canónico en numerosas diócesis de todo el país. La Universidad de Granada le confiere en 1779 los grados de maestro en Artes y Doctor en Teología y Cánones. Muere en Ronda (Málaga) el 24 de marzo de 1801. El papa León XIII lo beatifica en 1894.

Común de Pastores o de Santos Varones

Oración. Señor Dios, que has concedido al beato Diego José la sabiduría de los santos, y le has encomendado la salvación de tu pueblo, concédenos, por su intercesión, discernir lo que es bueno y justo, y anunciar a todos los hombres la riqueza insondable que es Cristo. Que vive y reina contigo.


                                                                              5.2 de enero
                                                        Pedro Bonilli (1841-1935)

El beato Pedro Bonilli, de la Orden Franciscana Seglar, nace en San Lorenzo de Trevi (Perusa. Italia) el 15 de marzo de 1841. Se ordena de presbítero en Terni el 19 de diciembre de 1863. Párroco durante 35 años en Cannaiola de Trevi. Con la palabra y con la imprenta difunde en la Umbría la devoción a la Sagrada Familia de Nazaret. Crea la Sociedad de Misioneros de la Sagrada Familia. En 1888, abrió el «Instituto Nazareno» para las niñas huérfanas, ciegas, sordomudas y discapacitadas, y para su sostenimiento y cuidado crea la Congregación de la «Hermanas de la Sagrada Familia». Centra su evangelización en la familia humana y cristiana. Solía decir como lema de su pastoral: «Ser familia, dar familia, construir familia», siguiendo su espíritu franciscano de defender la estructura fraterna de la realidad. En 1898 es nombrado Canónigo de la Catedral de Espoleto y Rector del Seminario. Infunde a los seminaristas la espiritualidad familiar y un estilo de vida marcado por la humildad y la pobreza. Muere el 5 de enero de 1935 en Espoleto a los 95 años de edad. Es beatificado por Juan Pablo II el 24 de abril de 1988.

Común de Pastores

Oración. Padre Santo, que has dado al beato Pedro Bonilli, sacerdote, la gracia de hacerse humilde siervo de todos en la escuela de la Familia de Nazaret para acoger a los pobres y marginados, concédenos que lo reconozcamos maestro de vida, y seguirle en sus ejemplos y enseñanzas, para contribuir a la edificación de tu Iglesia en la comunión y en el servicio. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                                                                 7 de enero
                                                  Carlos de Sezze Romano (1613-1670)

San (Juan) Carlos Melchiori nace en Sezze (Roma. Italia) el 19 de octubre de 1613. Ingresa en el convento de San Francesco a Ripa de Roma para, después, hacer el noviciado en Nazzaro (Roma). En 1636 profesa con el nombre de Carlos. Aprende y se ejercita en los oficios de cocinero, hortelano, sacristán, etc. Sigue la piedad franciscana de amor a la Eucaristía y a María, estructurando una interioridad espiritual que le lleva a vivir permanentemente en relación con los misterios de Jesús. Logra, pues, compaginar una vida de intensa oración y contemplación con el servicio a los pobres. Así recorre parte de Italia, residiendo en los conventos de Morlupo, Ponticelli, Palestrina, Carpineto y San Pedro in Montorio. Además, adopta una vida de penitencia para seguir a Jesús crucificado, lo que le conduce a la negación de sí mismo. A la austeridad de vida une una bondad y amabilidad extremas y un conocimiento profundo de los contenidos de la fe cristiana. Por ello se acercan a consultarle personas de toda condición, tanto eclesiásticas, como civiles. Adquiere la sabiduría de la cruz, el saber de los sencillos. Recibe la gracia de la impresión de la llaga del costado de Cristo, descubierta en su muerte, acaecida el 6 de enero de 1670. Es beatificado por León XIII en 1881 y canonizado por Juan XXIII en 1959.

Común de Santos Varones

Oración. Señor, Dios nuestro, grandeza de los humildes, que has elevado a San Carlos de Sezze a la gloria de tus santos; concédenos, por su intercesión y a imitación suya, alcanzar de tu misericordia el premio prometido a los humildes. Por nuestro Señor Jesucristo.


                                                                              7.1 de enero
                                               Mateo de Agrigento (1380-1450)

El beato Mateo de Gallo Cimarra nace en Agrigento (Sicilia. Italia). Ingresa en la Orden muy joven: en torno a los años 1393-1394. Estudia Filosofía y Teología en Barcelona. Después de alcanzar el grado de doctor se dedica a la enseñanza en varios Centros de Estudios de la Orden. Se une a San Bernardino de Siena para predicar y extender la devoción al Nombre de Jesús y a su Madre María por toda Italia —de Brescia a Nápoles; de Padua a Cosenza— y formar parte de la reforma observante, que lideran, junto al citado San Bernardino, Jaime de la Marca, Juan de Capistrano y Alberto de Sarteano. Finalmente se centra en Sicilia, de la que es Provincial y fundador de siete comunidades de la Observancia sitas en lugares aislados y pobres. También lo hace en España: Barcelona, Valencia, Vic, etc., donde, a la vez, restaura la paz entre el rey Alfonso V y el papa Martín V. Acusado San Bernardino ante el papa Martín V, le defiende junto a San Juan de Capistrano. Tiene de compañeros y colaboradores a un grupo de religiosos que sobresalen por su santidad y entrega a la evangelización de los pueblos: Juan de Palermo, Cristóbal Giudici, Gandolfo de Agrigento, Arcángel de Calatafimi, Lorenzo de Palermo y Santa Eustoquia de Mesina. Consagrado obispo de Agrigento por Eugenio IV en el año 1442, reforma interna y externamente la diócesis. Entrega todos sus bienes a los necesitados. Renuncia a los tres años de ejercer el episcopado y se retira al convento de Santa María de Jesús de Palermo, fundado por él, y en donde fallece el 7 de enero de 1450, después de unos años dedicados a la oración y penitencia. El papa Clemente XIII aprueba su culto el 22 de febrero de 1767.

Común de Pastores o Santos Varones

Oración. Señor, tú que has querido contar en el número de los santos pastores a tu siervo Mateo de Agrigento y lo has hecho brillar por el fuego de la caridad y la predicación del nombre de Jesús, haz que, por su intercesión, perseveremos en la fe y en el amor de tu Hijo y merezcamos así participar de la gloria con que lo coronaste. Por nuestro Señor Jesucristo.

                                                                                8 de enero
                                                    Valentín Paquay (1828-1905)

El beato Valentín Paquay nace en Tongres (Limburgo. Bélgica), el 17 de noviembre de 1828; sus padres se llaman Enrique y Ana Neven y su nombre de pila es Luis. Ingresa en la Orden de los Frailes Menores de la Provincia de Bélgica. Es ordenado sacerdote en Lieja el 10 de junio de 1854 y destinado al convento de Hasselt donde permanece el resto de su vida. Es devoto de San Juan Berchmans, su maestro predilecto. Encarna la espiritualidad franciscana, porque va-lora las pequeñas responsabilidades que cubren la vida cotidiana, manteniendo una relación franca y agradable; impregna su vida con una actitud humilde y sencilla. Desarrolla una gran labor en el confesionario y en el discernimiento de conciencias. Devoto de la Eucaristía, defiende la comunión frecuente. También extiende el culto al Sagrado Corazón de Jesús entre las religiosas de la Hermandad de la Orden Franciscana Seglar de Hasselt, que dirige durante veintiséis años. También es muy devoto de la Virgen María, a la que venera, ya desde su adolescencia, en la iglesia parroquial de Tongres bajo el título de Causa de nuestra alegría, y en el santuario de Hasselt bajo el título de Vara de Jesé, pero, como franciscano, prefiere sobre todos los títulos de María el de Inmaculada Concepción. Muere en Hasselt (Limburgo. Bélgica), el 1 de enero de 1905. El papa Juan Pablo II lo beatifica el 9 de noviembre de 2003.

Común de Pastores o Santos Varones

Oración. Señor, tú que otorgaste al beato Valentín Pa-quay la gracia de seguir a Cristo y a María pobres y humildes, concédenos también a nosotros, por su intercesión, la gracia de vivir fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos has propuesto en la persona de tu Hijo y su Madre María. Él que vive y reina contigo.

                                                                           9 de enero

                                                           
                                                   Eurosia Fabris (1866-1932)

La beata Eurosia nace el 27 de setiembre del año 1866 en Quinto Vicentino (Vicenza. Italia). En 1870 se traslada con su familia a Marola, otra ciudad cercana a Vicenza. Ayuda a su padre en las labores del campo y a su madre en las tareas domésticas, sobre todo en la costura. En 1886 se desposa con Carlos Barban, joven viudo, con dos hijas pequeñas. Tiene con él nueve hijos y, además, recoge en su casa a tres sobrinos que quedan huérfanos de madre; su padre fue soldado en la I Guerra Mundial. Forma así una gran familia, imprimiendo a toda la prole un espíritu cristiano que se traduce en la vocación de varios de ellos a la vida sacerdotal y religiosa. De ahí que se le llame «mamma Rosa». En 1916 se crea una fraternidad franciscana seglar en Marola, atendida por los franciscanos del convento de Santa Lucía en Vicenza. Ingresa en la Orden Franciscana Seglar en la que desarrolla su amor a Jesús, a la Eucaristía y a María, que desde muy joven venera con especial sentimiento en el santuario mariano de Monte Berico, imitándola en el cuidado de la familia, y en una vida de entrega sin límites para educar a todos sus hijos, propios y adoptados. Muere en Marola (Vicenza) el 8 de enero de 1932. El papa Benedicto XVI la beatifica el 6 de noviembre del año 2005.

                          Común de Santas Mujeres

Oración. Concédenos, Señor Dios, que el ejemplo de la beata Eurosia nos estimule a una vida más perfecta, para que al celebrar su memoria la sepamos imitar en las obras. Por nuestro Señor Jesucristo.


                                                                        10 de enero


                                             Gil de Lorenzana (1443-1518)

El beato Gil nace en Lorenzana (Potenza. Italia) en 1443, en una familia modesta, humilde y muy cristiana. Sus padres Bello y Caradonna Persani lo bautizan con el nombre de Bernardino. Dedicado a la agricultura, cuida la devoción a Jesús y a María. Ayuda a la construcción del convento de los Franciscanos y una capilla dedicada a San Antonio de Padua, en la que pasa mucho tiempo en oración, alternándola con otra dedicada a María Virgen. Trabaja como jornalero con un rico agricultor, que le concede pasar en oración varias horas al día. Siente la llamada de Dios para la vida francis-cana y pide el hábito en el convento de Lorenzana. Admitido en la Orden, continúa sus labores agrícolas, ahora en el huerto de la fraternidad, pero intensificando su vida de oración y penitencia, con retiros frecuentes en lugares aislados, en los que permanece en soledad y silencio, sufriendo fuertes tentaciones diabólicas. No obstante, recibe visitas de gente piadosa y realiza hechos extraordinarios con los que adquiere fama de santo en Nápoles, Bari, Salerno, y otros conventos. Muere el 10 de enero del año 1518 a los 75 años de edad. El papa León XIII aprueba su culto en el año 1880.

Común de Santos Varones

Oración. Señor y Dios nuestro, que llamaste a una vida de penitencia y oración al beato Gil de Lorenzana, para que te sirviera con una vida santa, concédenos por su intercesión que sepamos alabarte en todos los actos de nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo.


                                                                             11 de enero
                                                         Tomás de Cori (1655-1729)

Santo Tomás de Cori nace en Cori (Latina. Italia) el 4 de junio de 1655. Queda huérfano de padre y madre a los 14 años. Su oficio es de pastor. Ingresa en la Orden, hace el noviciado en Orvieto y cursa los estudios eclesiásticos en Viterbo y Velletri. Se ordena en 1683. La Provincia franciscana de Roma le envía a instaurar una fraternidad de Retiro en el convento de Civitella (hoy Bellegra), y permanece allí hasta su muerte, excepto los años 1703-1709, que reside en Palombara, donde instaura el Retiro, según el modelo de Bellegra. La oración constante, la adoración a Dios en Cristo, presente en la Eucaristía, el servicio a los hermanos y a los pobres, son la razón de ser de su vida. Sufre la aridez de espíritu durante 40 años sin perder la calma y la confianza en Dios. Recorre ciudades y pueblos, sobre todo la región del Lacio, anunciando el Evangelio con palabras sencillas y claras. Muere el 11 de enero de 1729. El papa Pío VI lo beatifica el 3 de septiembre de 1786, y lo canoniza Juan Pablo II el 21 de noviembre de 1999. «Verdadero hijo del Poverello de Asís, también de él se podría afirmar lo que se decía de San Francisco: “No tanto era un hombre que oraba, cuanto, más bien, un hombre transformado totalmente en oración viva”» (2 Cel 95) (Juan Pablo II, Discurso a los Peregrinos, L’Osservatore Romano, 22-XI-1999).

Común de Pastores o Santos Varones

Oración. Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo la guía providente de Santo Tomás de Cori, de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros, que podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.


Epifanía del Señor

                                                                  EPIFANÍA (B)


         Lectura del santo Evangelio según San Mateo 2,1-12.

         Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: —¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.
         Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: —En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el Profeta:
«Y tú, Belén, tierra de Judá,
no eres ni mucho menos la última
de las ciudades de Judá;
pues de ti saldrá un jefe
que será el pastor de mi pueblo Israel»
         Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: —Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
         Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y, cayendo de rodillas, lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.

1.- Texto.  El capítulo 2 del evangelista Mateo trata la Adoración de los Magos, la muerte de los inocentes, la huida a Egipto y el regreso a Nazaret. Los cuatro relatos responden a un comentario edificante de ciertas afirmaciones de la tradición de Israel, y ponen en práctica las frases que Simeón profetiza: el niño será luz de las naciones y su Madre padecerá. Con ello experimentan algunos acontecimientos fundamentales de la historia de Israel (cf. Lc 2,30-34): el destierro a Egipto, o la cautividad en Babilonia, regreso del niño a la tierra santa, simbolizando el pequeño resto de Israel, humilde y humillado.— El primer relato se divide en dos partes (Mt 2,1-12): el encuentro de los Magos con el verdadero rey de los judíos: Jesús; y con el falso rey: Herodes. La guía para encontrar a Jesús es la estrella, que desaparece cuando tropiezan con Herodes y aparece de nuevo cuando se dirigen a Belén.  Herodes y Jerusalén evocan la persona, la ciudad, las instituciones religiosas y políticas y el pueblo  que dan muerte a Jesús. La causa oficial es que se hacía rey de los judíos, como lo es en verdad desde la perspectiva cristiana. Los escribas se lo dicen a Herodes, según la bendición que Jacob le dice a su hijo Judá: «No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos» (Gén 49,10). Los magos, es decir, los paganos que habitan fuera de la tierra santa, reconocen a Jesús como Mesías y le traen lo mejor de sus tierras: oro, incienso y mirra, o resinas de árboles del Medio Oriente empleados para el culto, la cosmética y ciertos medicamentos. Los Padres de la Iglesia escriben que son símbolos de la Realeza (oro), la Divinidad (incienso) y la Pasión (mirra) de Jesucristo. Todo ello hace cumplirse las profecías de que el Señor será adorado por todas las culturas (cf. Núm 24,17; Is 49,23; Sal 72,10-15).

2.- Mensaje. Los representantes de todos los pueblos de la tierra se postran ante Jesús. Reconocen su dignidad y se encuentran con el Dios universal por medio de Jesús niño de una familia humana. La adoración de los Magos significa que reconocen a Jesús como el enviado de Dios para la salvación de los hombres y de la creación. Es la actitud opuesta a la de sus paisanos israelitas, que son los depositarios de las promesas divinas.  Cuando Jesús predica en Nazaret le intentan arrojar por unas peñas en señal de rechazo de su predicación y de su persona. «Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino» (Lc 4,30). A los nazarenos se les escapa la gracia; la salvación se ha trasladado a otros pueblos. En la base de este relato está la experiencia cristiana de las comunidades primitivas de que la fe se estaba abriendo a todo el mundo, siendo rechazada por el judaísmo fariseo que se había atado a la Ley como única salvaguarda de la identidad de Israel después de la destrucción de Jerusalén en el año 70.


3.- Acción«Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos» (Mt 2,16). Evoca las tradiciones rabínicas sobre el exterminio de los niños establecida por el Faraón al nacer Moisés, a lo que se une la tradición de la tumba de Raquel situada en Belén (cf. Gén 35,19-20; Jer 31,15), que llora los hombres muertos de Efraín, Manasés y Benjamín cuando son deportados por los Asirios. Por desgracia estamos asistiendo a la exterminación no sólo de los niños, sino de las familias cristianas en las zonas de Siria e Irak por el Estado Islámico.  O de los talibanes a los niños pakistaníes. O peor aún, la conversión de la infancia de ciertas zonas de África en esclavas o soldados destinados a morir, o transformarlos en lobos para sus hermanos. Es actual esta noticia, y no es simplemente un comentario edificante de una afirmación de la tradición judía, sino la cruda realidad que aún admite la feroz persecución de la bondad divina sita en la historia humana.