domingo, 22 de noviembre de 2015

Libros: Cúmulo

                                          Cúmulo
                                           Francisco Javier Gómez Ortí

La obra recopilatoria CÚMULO fue presentada recientemente en el  Instituto Teológico de Murcia,  por el Cronista  de la Región de Murcia, J. Antonio Melgares,  quien cumplió su tarea con precisión  de avezado experto.  La obra, mirada solo su calidad tipográfica,  logró captar el interés de los asistentes,  profesores universitarios en su mayoría,  que elogiaron la clásica impresión del libro,  tan alejada de ciertas ilegibles y repelentes ediciones hodiernas  en boga. Por ende, séame permitido estampar y publicitar aquí el nombre de la imprenta murciana que ha confeccionado tan  primoroso libro:  Imprenta Compobell. De haberse publicado  esta abigarrada Colección  en el siglo XVI, le habría venido de molde  el pintiparado título Silva de varia lección. 

Respecto a su fondo, si bien heterogéneo por la índole y procedencia de los artículos  (inéditos unos, otros publicados) lo divide el autor en cuatro secciones o apartados de temática humanística, a saber: Lengua, Arte, Historia y Religión, sin perjuicio de que a veces se entrecrucen los temas. Sin duda alguna, hubiera sido una irreparable pérdida el olvido de tanto artículo desperdigado  por acá o  acullá en revistas o periódicos. Adentrándonos ya en su contenido, cabe espigar un puñado de estudios que merecen especial mención. Nunca los oriolanos  habrían podido conocer los diversos trabajos que dedico a cosas de su tierra, como la típica almojábena, pero sobre todo, el encomiástico y  documentado artículo que consagro a las Fiestas de la Reconquista de Orihuela. Ni los lorquinos hubieran tenido ocasión de leer el artículo que me rechazaron para la revista lorquina Clavis, pero que J. Díez de Revenga, con mejor criterio, me publicó en la murciana y  prestigiosa revista Murgetana. Ni en Cehegín, llegarían a general conocimiento los artículos en que me ocupo del pintor G. Arévalo o de la parroquia de Sta. Mª Magdalena o sobre sus afamados jaspes, etc., ni en Moratalla podrían gloriarse de su ínclito paisano, el humanista Alonso Sánchez, sabio catedrático de la Universidad de Alcalá, amigo y defensor de Lope de Vega. Tampoco  los caravaqueños se habrían podido solazar con los raros impresos sobre la Vera Cruz de Caravaca,  ni  en Calasparra podrían agradecer la instrucción a la juventud calasparreña, que los franciscanos  impartieron en los siglos XVIII-XIX.

Otros muchos artículos interesantes, de no publicarse en CÚMULO, habrían sido hurtados a la curiosidad y conocimiento de muchos lectores.  Al tratarse de un contenido variopinto, lo mismo  encontramos  un curioso trabajo de campo lexicológico, denominado  Filologando en Lisboa, que otro entre donairoso y socarrón  sobre el inefable H. R., artículo que acabaría en “cuasi” delito, rastreado por la policía.  
                                                               
                                                     
                                                                                                                                                     
           Finalmente, uno de los estudios más importantes y valiosos es el artículo sobre el  sufijo –ico, en que el autor, pertrechado de irrefutable batería documental,   demuestra exhaustivamente la difusión  peninsular de tal uso ya desde la  Baja Edad Media hasta el presente. Por lo demás,  cumple resaltar que la mayoría de los artículos abordan asuntos referentes lógicamente a Murcia, pero también a sus cercanías, Orihuela, por ejemplo.


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