LA FAMILIA EN LA BIBLIA. UNA HISTORIA PENDIENTE
Xabier Pikaza
Bernardo Pérez
Andreo
Instituto Teológico OFM
Pontificia
Universidad Antonianum
“La familia es la matriz del
mayor cambio social que puede y debe realizarse todavía. La revolución que
esperamos no será simplemente política y social, sino que ha de empezar por la
familia, centrándose en ella para tomar impulso y desarrollo” (23). Con estas
palabras muestra el autor el motor de la obra que nos ofrece. Estamos ante un
momento crucial para la Iglesia y para la humanidad, necesitamos una
transformación radical de las relaciones sociales, políticas, económicas y
personales y ese cambio solo podrá afianzarse si proviene de la realidad
primera en la que los hombres se hacen tales: en la familia. Dos momentos,
pues, explican el surgir de esta obra sobre la familia: el momento eclesial y
el momento social. O, dicho en términos teológicos, vivimos un kairós eclesial y social que expresa la
necesidad humana de transformación radical. El tiempo ha llegado y la Iglesia
ha de estar a la altura de la familia que Jesús propone, superando la condición
de esclavitud de la mujer.
La obra, en palabras del propio
autor, pretender ser, a la vez, un manual de estudio y un manual de familia,
una especie de guía que capacite para entrar y orientarse por los diversos
pasajes bíblicos sobre la familia. Por eso, el estudio está dividido en dos
partes, la familia en el Antiguo Testamento, Israel como familia, y la familia
en el Nuevo Testamento, la familia cristiana. Cada una de las dos partes
contienes siete capítulos. Empezando por Adán y Eva, continuando por el Éxodo y
siguiendo por los ricos pasajes del Pentateuco, los Profetas, la Sabiduría de
Israel y las Narraciones, se concluye una imagen de Israel como familia de
Dios, este fue el proyecto para toda la humanidad. En la segunda parte se
comienza con la familia en los Evangelios, la nueva familia que Jesús propone
para sus seguidores, la reconstrucción de Israel como familia de Dios, se
analizan todas y cada una de las propuestas teniendo como núcleo el Reino de
Dios. De ahí se pasa a Pablo, Juan y el Apocalipsis para proponer la familia de
la fraternidad humana, más allá de los límites étnicos y culturales.
La propuesta de Xabier Pikaza
la deja clara desde la misma introducción y no deja indiferente a nadie: el
sistema capitalista puede producir muchos bienes de consumo, pero nunca podrá,
aunque quiera y lo intente, producir personas. Los seres humanos se hacen tales
en familia y eso implica que el mayor proyecto de Dios para la humanidad es
crear familia, hacer familia, en ella se crean los hombres y en ella toma
consistencia el mundo. Así lo hizo el mismo Dios para tomar carne humana, lo
hizo en una familia a la que llamamos sagrada,
pero que lo es, no por ser la que trajo al Hijo de Dios, sino porque toda
familia, si lo es de verdad, es sagrada. La familia es la verdadera y única
revolución posible que lleve lo humano a plenitud. En las mismas palabras de
autor: “si queremos que exista futuro, debemos aprender a querernos y crear
(crearnos) de un modo personal, de manera que los niños nazcan y maduren en
humanidad, de forma que ellos y nosotros podamos ser al fin lo que somos,
simplemente humanos (es decir, divinos), seres libres, en comunión con el
universo” (p. 19). La familia es la gran madre de la humanidad y de la
humanidad de Dios, es la primera Madre de Dios. De ahí que sea imprescindible
conocer la familia querida por Dios para crear ese nuevo mundo que estamos
anhelando, que en labios de Jesús se llamó Reino de Dios y que se configura
concretamente como una nueva familia, la familia de los hombres que aman y
trabajan por la fraternidad y en misericordia.
Por eso, necesitamos comprender
correctamente la Biblia, saber adentrarnos en sus pasajes, tanto los más claros
como los más oscuros. Eso es lo que Pikaza nos ofrece, una guía para conocer
correctamente que la Biblia es un gran camino y un proyecto de humanidad, desde
el Génesis hasta el Apocalipsis, la familia es entendida como un espacio de
revelación de Dios y despliegue de la vida humana. Esta obra está hoy en
sintonía con la propuesta de Francisco, una propuesta que pretende impulsar un
nuevo camino de evangelización, de humanización, en clave de familia, iniciando
así una revolución cristiana de tipo social y personal. El autor está empeñado
en que, tras veinte siglos de latencia, bajo estructuras de tipo patriarcal, de
imposición y lucha, ajenas al mensaje de Jesús, la Iglesia puede y debe al fin
desarrollar su potencial transformador de familia, a la luz de la revelación
originaria de la Biblia.
El mensaje descubierto tras el
análisis de la familia en la Biblia, de traducirse en forma de proyecto de
renovación cristiana. La propuesta bíblica nos lleva a la raíz de nuestra
identidad humana, más allá de un tipo de sociedad moderna empeñada en fabricar
más y más, pero incapaz de crear al ser humano, reducido a mera mercancía en el
proceso de producción del lucro como motor de la economía. “Nuestro verdadero capital es el don y la tarea de la
vida”. Este don se recibe en familia y se entrega en familia. Ese es el centro
de nuestra existencia, por eso necesitamos crear un nuevo tipo de familia, tal
como proclama la Biblia, aunque hoy habrá que hacerlo pasando por encima de las
estructuras culturales que condicionaron la escritura del Libro Sagrado. Será
necesario replantearse la dimensión afectiva, la constitución de la familia y
su integración, aunque sigue pareciendo revolucionario el hecho de una familia
monogámica como expresión de un amor y entrega plenos entre dos personas,
capaces de crear vida y de extenderla a raudales.
Pikaza nos propones una
verdadera revolución de familia, relacionada con otros niveles, como el
biológico, el económico y el político, pero debe profundizar en la
transformación de lo humano que propone Jesús. No será una familia como las que
hemos conocido hasta hoy en el mundo occidental, conservará algunos rasgos, que
son y serán definitivos, como la afectividad en la pareja, la entrega por los
hijos y la protección como garante, pero dejará de lado el patriarcado, el machismo
y los condicionantes sexuales, para centrarse en lo nuclear: el amor y la
misericordia que irradian la vida en todos los niveles. Por eso, se suma el
autor a la propuesta del cuestionario del Papa Francisco sobre la familia y
responde, con valentía y con un
conocimiento profundo del tema a las preguntas planteadas por el Papa.
La conclusión de la obra, en el
capítulo final, recoge el subtítulo de la misma: la familia bíblica, una
historia pendiente. Porque se trata de una historia aún pendiente para la
humanidad, es algo por crear aún. Es la revolución pendiente. Con la Biblia,
tras el análisis de Pikaza, afirmamos que la familia es una institución
histórica con tendencia a la monogamia en el que el hombre es engendrado, no
fabricado. El ser humano vive en plenitud la experiencia del placer sexual y la
libertad que llevan a la igualdad real de la mujer, pues la clave de la familia
es que el amor se hace palabra, es dialogal, lo que lleva a entender el
matrimonio en clave de fidelidad y entrega, especialmente a los pobres.
La humanidad se encuentra hoy a
las puertas de una gran transformación. Estamos superando el estadio
cósmico-biológico, que culmina en Grecia y la Modernidad, y nos vemos ante algo
totalmente nuevo. Pikaza lo expresa bellamente: “Lo que ahora empieza es
totalmente distinto, una etapa que debe centrarse en la palabra personal:
Hombres y mujeres estamos descubriendo con Jesús nuestro ‘fondo divino’, pero
no en un plano cósmico-biológico (como el de los dioses antiguos del
Neolótico), sino a través de la palabra, que nos hace creadores de lo que somos
y de lo que podemos ‘engendrar’ suscitando nueva vida humana. Hasta ahora,
básicamente, hemos creado familia por impulso de la naturaleza, y hemos
terminado cayendo en manos de la idolatría del capital antihumano. Ahora
debemos crear vida libremente, por nuestra palabra, en amor gratuito,
liberándonos de la imposición del capital absolutizado. Somos responsables de
Dios sobre la tierra, estamos llamados a crear su familia, con Cristo y desde Cristo
(hijo de Dios)” (p. 542).
Verbo Divino, Estella
2014, 574 pp, 15,5 x 23,5 cm.
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