lunes, 7 de julio de 2014

El Espíritu en Pablo



                    


La vida según el Espíritu

VII
                          
            El proceso humano de desligarse del mal y caminar a la luz del amor, de configurarse con la persona y misión de Jesús, se hace en el Espíritu, que habita en la interioridad humana (cf. Rom 8,9-11). Él une al creyente en Cristo dándole la identidad de hijo de Dios (cf. Rom 8,14-16) y la posibilidad para serlo, pues graba en el corazón la ley de Cristo (cf. Gál 6,2; 1Cor 9,21), que no es otra sino el amor (cf. Gál 5,6.14), el amor de Dios (cf. Rom 5,5), y todos los valores que se derraman de él: «gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio propio» (Gál 5,22; Ef 5,9). Por eso, el Espíritu es el que reúne a los cristianos concediéndoles la paz (cf. Gál 5,21) y la libertad (cf. Gál 5,18), y también los incorpora al cuerpo glorioso, resucitado del Señor (cf. 1Cor 6,17), dispensándoles la vida eterna (cf. Gál 6,8).

            Con la experiencia del Espíritu de «Cristo» o del «Señor» (cf. Rom 8,9; 2Cor 3,17), que actúa la vida nueva, Pablo parte de este principio: «Por eso doblo la rodilla ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en cielo y tierra, para que os conceda por la riqueza de su gloria fortaleceros internamente con el Espíritu, que por la fe resida Cristo en vuestro corazón, que estéis arraigados y cimentados en el amor, de modo que logréis comprender, junto con todos los consagrados, la anchura y longitud y altura y profundidad, y conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento. Así os llenaréis del todo de la plenitud de Dios» (Ef 3,14-19; cf. 1,15-21). Esto lo desarrolla en tres etapas: abandono de la existencia fundada en el poder gracias a la fe y al amor de Cristo y a Cristo, muerto y resucitado; Cristo crea el sentido y el centro de la vida porque vehicula la salvación de Dios; y la configuración con él, que se hace gracias al Espíritu, inicia la salvación en esta vida y termina en la futura de resurrección.

            Pablo lo resume en un párrafo de su carta dirigida a los cristianos de Filipos: «Más aún, todo lo considero pérdida comparado con el superior conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor; por el cual doy todo por perdido y lo considero basura con tal de ganarme a Cristo y estar unido a él. No contando con una justicia mía basada en la ley, sino en la fe de Cristo, la justicia que Dios concede al que cree. ¡Oh!, conocerle a él y el poder de su resurrección y la participación en sus sufrimientos; configurarme con su muerte para ver si alcanzo la resurrección de la muerte» (Flp 3,8-11). El conocimiento de Cristo se entiende como una relación personal, como una revelación personal: quien elige es Dios por medio de Cristo, quien obedece es el hombre; y la comunión con Cristo conduce a reconocer su «señorío» en orden a la salvación. Si esto es así, es lógico que dé por pérdida toda su fe anterior en la justicia de la ley, en la autosuficiencia que lleva pareja una vida dirigida según las tradiciones emanadas de la ley. Pablo desea que Dios le encuentre en Cristo al final de sus días y, además, los cristianos le encuentren en Cristo en la vida presente para aprender a caminar en la vida «nueva» que él ofrece. Y para ello no existe problema alguno, ya que para llevar a cabo la vida «nueva» Dios ha conferido su potencia de gracia, su relación de amor, a Cristo con la Resurrección. Así es posible superar todas las situaciones de la vida provenientes del hombre «viejo», de la debilidad humana (cf. 2Cor 12,9-10), que impiden caminar en la senda del Señor (cf. Flp 1,21). La comunión con Cristo lleva aparejada, por una lado, la participación en sus sufrimientos, en su cruz, en la que quedan fijados todos los males de esta vida y que Pablo los considera muertos en la muerte de Jesús, impotentes para significar algo en la vida «nueva» (cf. Rom 6,6; 8,3; Gál 2,19; 2Cor 4,10); y la comunión con Cristo, por otro lado, entraña la pertenencia a la vida de resurrección que alcanzará todo su esplendor en la plenitud de los tiempos. 




La vida según el Espíritu

                                   VI



                                                 

                                                                      El testimonio de Pablo


La actuación de la bondad y de la gracia en la historia se realiza por la vida de Jesús (cf. Jn 1,14), y se prolonga por la llamada a su seguimiento para compartir su vida, destino y misión; seguimiento que después de la Resurrección se concreta con la fe en Cristo según el Espíritu. La fe en la nueva presencia del Resucitado es posible gracias a su Espíritu (cf. Hech 2,1-4), y Pablo enseña esta nueva relación con Cristo en el Espíritu. Él no tiene la oportunidad del seguimiento histórico, de ahí que su conducta sea una de las pautas que marquen la identidad de los cristianos, continuando en la historia el principio de la acción salvadora que Jesús lleva a cabo en Palestina: «Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros» (Rom 8,11).

            Pablo es consciente de la pretensión de Jesús sobre la iniciativa de Dios para reconducir la historia humana (cf. 1Tes 5,9-19; Rom 5,8.10.38). Por eso se cuida mucho de no utilizar sus ventajas cristianas ante los judíos y paganos; al contrario, se gloría de su debilidad para que prevalezca el vigor de la gracia de Dios y recuerda el aguijón que le mantiene en su fragilidad humana (cf. 2Cor 11,31; 12,7-12). En efecto. Pablo experimenta la llamada de Dios para seguir y anunciar a Cristo: «Pero, cuando el que me apartó desde el vientre materno y me llamó por puro favor tuvo a bien revelarme a su Hijo» (Gál 1,15-16). La elección divina está en la órbita de otras, como la de Sansón (cf. Jue 16,17), del Siervo de Yahwé (cf. Is 49,1) o de Jeremías (Jer 1,5). La llamada es una gracia de Dios con la que le revela a su Hijo; y es una gracia con la que separa a Pablo de su vida y actividad anterior y le confía la misión de predicar a Jesús a los gentiles. Esta gracia, en definitiva, le transforma en un hombre «nuevo»; Dios le recrea por completo para anunciar a su Hijo (cf. Gál 6,15; 2Cor 5,17). Dicha gracia se explicita en el encuentro con el Resucitado, que evoca también la elección de los discípulos por parte de Jesús, o las comidas de Jesús con publicanos y pecadores que les rehacen la vida, como es el caso de Zaqueo (cf. Lc 19,1-9); es lo que significa el «nuevo nacimiento» en la teología de Juan (cf. Jn 3,1-8; Rom 6,4). Él habla repetidas veces de este encuentro con Jesús en el camino de Damasco (cf. Hech 9,3-21; 22,6-10; 26,14-18; 1 Cor 15,8; Ef 1,15-16; Flp 3,12), que entraña un cambio radical en su vida: de perseguir a Cristo en los cristianos a ser valedor de su vida y doctrina de salvación para todo el mundo (cf. Hech 8,1; Gál 1,13). Y esto es gracias al Espíritu: «Así que, hermanos míos, no somos deudores de la carne para vivir según la carne, pues, si vivís según la carne, moriréis. Pero si con el Espíritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis» (Rom 8,12).

           
Descubrir a Jesús implica asumir el Evangelio como una forma nueva de vida fundada en el poder de Dios (cf. Rom 1,16), y, a la vez, el Evangelio es configurarse con la vida de Jesús como experiencia personal y no como una actividad intelectual que aprende una historia o sigue una creencia (cf. 1Cor 4,16; 1Tes 1,6). Pablo expresa su experiencia de fe y su programa de vida en esta frase: «He quedado crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que vive Cristo en mí. Y mientras vivo en carne mortal, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí» (Gál 2,19-20). Pablo no vive según la forma judía (cf. Flp 3,5-6), o pagana, sino se ha introducido en una nueva dimensión de la existencia determinada por la presencia del amor de Cristo gracias al Espíritu; deja que Cristo actúe en él para que destruya la capacidad de autosuficiencia que excluye a Dios en la existencia. Y tal es su experiencia que el auténtico sujeto de su actividad es Cristo: él es su ser, su obrar, su vivir mientras permanezca en la historia humana (cf. Flp 1,21). La relación entre su vida y la vida de fe en Cristo, hace que, sin dejar de ser él, pueda configurarse con Cristo, o transformarse en Cristo, constituyéndose Cristo en el soporte de su existencia. Pablo aplica esto a los cristianos en la carta a los Romanos: «... consideraos como muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús» (6,11; cf. 14,7-8; 1Cor 3,23; 2Cor 5,15). Es entonces cuando asume el dinamismo de la vida de Cristo crucificado y resucitado gracias a la fuerza y al poder del Espíritu.

            Dios, por medio de Jesús, hace que descubra un mundo «nuevo», un hombre «nuevo», un sentido de la existencia «nueva» (cf. Gál 6,15; Rom 6,4). La «novedad» estriba en que Dios se ha decidido a hablar y actuar en beneficio de su criatura por medio de la vida de Jesús. Dios rescata, salva, redime del mal, rompe los círculos infernales que ha creado el hombre por su libertad y sus ansias de poder, y de los que no puede salir. Según Juan, Dios se enfrenta al poder del hombre con un poder que es exclusivamente su relación de amor, porque Él sólo es amor (cf. 1 Jn 4,8-16); y su amor en la historia humana es la vida de Jesús (cf. Jn 3,16). Ese amor es lo testifica el Espíritu. La gracia constituye la relación de amor de Dios a su criatura para Pablo. Así es el nuevo fundamento de la existencia que se puede decir que todo es gracia en la vida (cf. Ef 2,4-10); gracia que se identifica con Jesús, cuya historia se centra en su muerte y resurrección (cf. Rom 6,1-11). Y une los dos términos: Dios para nosotros es la vida de Jesús, que es su gracia, y la gracia se manifiesta en la muerte y resurrección de Jesús.

            Entonces podemos entender que Pablo configure su vida según la de Cristo: él es su amor (cf. Rom 8,39), su esperanza (cf. 1Tes 4,17), su libertad (cf. Gál 2,4; 5,13), su potencia (cf. Ef 6,10), su paz (cf. Flp 4,7), en definitiva, su vida (cf. Fil 1,21), capaz de dominar o extirpar el dominio del pecado que le atenaza (cf. Rom 7,7-25), desactivando su autosuficiencia (cf. Gál 2,16), ciertamente con dolor, con cruz (cf. Gál 2,19; 6,14), pero con la fuerza suficiente para rehacer su libertad y abrirse a la gracia que le capacita para la felicidad y plenitud humana (cf. 2Cor 4,14): El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Como nosotros no sabemos pedir como conviene, el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indescriptibles» (Rom 8,26). Pablo, judío fariseo (cf. Hech 21,39; Flp 3,6; etc.), sale del encuentro con Cristo como el publicano de la parábola descrita: justificado, salvado, es decir, es consciente de su incapacidad para salvarse a sí mismo, de la insolvencia de su creencia en la ley judía para arrancarle del mal (cf. Gál 2,21; 5,11; Rom 2,27-23) y de la debilidad de la sabiduría humana para encauzar la existencia con la dignidad que le compete como hijo de Dios (cf. Rom 8,19-27; 1Cor 1,30; etc.). Pero Pablo no es un pecador público, o una persona alejada de Dios; su cambio obedece al sentido de la vida y de Dios que le proporciona Cristo, que no a un simple cambio moral o ético.


Santos Franciscanos: 7-14 julio



7 de julio
Oddino Barotti (1344-1400)
El beato Oddino, de la Orden Franciscana Seglar, nace en Fossano (Cuneo. Italia) el año 1344. Cursa los estudios eclesiásticos y es ordenado sacerdote en 1368. Se entrega a las labores pastorales de la parroquia que se le encomienda. Viaja a Tierra Santa, donde es secuestrado por un tiempo. Vive la pobreza extrema y se entrega por entero a las familias y personas necesitadas. Edifica cuatro capillas en los cuatro puntos cardinales, (dedicadas a San Lázaro, San Bernardo, San Esteban y San Pedro), para que la cruz salvadora abrace la ciudad de Fossano. Reedifica la Colegiata de San Juvenal. Cuida a los enfermos de la peste en el Piamonte en 1382. Muere el 7 julio de 1400, contagiado por la peste. El papa Pío VII lo beatifica en 1808.
Común de Santos Varones
Oración. Señor Dios, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el amor a ti y al prójimo; concédenos que, imitando el amor a los enfermos del beato Oddino, podamos ser un día contados entre los elegidos de tu reino. Por nuestro
8 de julio

Gregorio Grasi y Compañeros, Mártires de China (†1900)
Los bóxers forman un grupo radical chino que se propone expulsar a los extranjeros que dominan su economía y su política. Originan las guerras del opio contra Gran Bretaña (1839-1842 y 1856-1860) y contra Japón (1894-1895). En 1899 promueven una persecución contra los misioneros de la Iglesia católica en el norte del país. Asesinan a muchos misioneros y destruyen toda la labor que habían realizado durante muchos años para el bien del pueblo. Treinta de ellos pertenecen a la Familia Franciscana: Juan de Triora muerto en 1816, y 29 en1900. San Gregorio Grassi y 25 compañeros inmolan sus vidas por la fe en Taiyuanfu, en la región de Shansi, el 9 de julio. Días antes y en el Hunan Meridional son martirizados San Antonino Fantosati y dos compañeros suyos. De estos 29 mártires, ocho son frailes menores (tres obispos, cuatro sacerdotes y un hermano laico); siete, hermanas Franciscanas Misioneras de María; once, franciscanos seglares chinos, cinco de los cuales son seminaristas; y tres, fieles laicos chinos. Del Vicariato de Shansi martirizan a GREGORIO GRASSI (1833-1900), Vicario Apostólico; recibe el hábito en Montiano (Forlí. Italia) el 2 de noviembre de 1848; estudia en Bolonia y Roma y marcha a China en 1860; evangeliza en Tee-yuen-sien y Taiyuanfu. FRANCISCO FOGOLLA (1839-1900), Obispo coadjutor de Mons. Grassi; viste el hábito en 1858 y es ordenado sacerdote en 1863; llega a China en 1868; rector del seminario y Vicario General de la misión de Lun-gan-fu. ELÍAS FACCHINI (1839-1900), profesa el 1 de noviembre de 1859, y es ordenado sacerdote en diciembre de 1864 en Ferrara; superior y maestro de novicios en Tun-el-koun; rector del seminario mayor de Taiyuanfu. TEODORICO BALAT (1854-1900). El 29 de junio de 1880 viste el hábito franciscano en Pau y profesa en Woodlands en 1981; llega a China en 1884 y al año siguiente a Taiyuanfu; desempeña las siguientes funciones: profesor en el seminario menor, maestro de novicios, ecónomo de la misión y capellán de las religiosas Franciscanas Misioneras de María y del orfanato. ANDRÉS BAUER (18661900). Viste el hábito en Clevedon (Inglaterra) el 12 de agosto de 1886. Después de un tiempo fuera de la Orden recibe de nuevo el hábito en 1895 en Amiens; el 4 de mayo de 1899 Andrés llega a Taiyuanfu; es enfermero y se ocupa de los enfermos con extrema solicitud. JUAN TCHANG (1877-1900). Seminarista; a los 11 años entra en el seminario, primero en Ko-lao-kou y luego en Taiyuanfu, donde inicia los estudios teológicos. PATRICIO TONG (1870-1900). Seminarista. En 1882 estudia en el seminario menor; más tarde va a al seminario mayor de Taiyuanfu. FELIPE TCHANG (1880-1900). Seminarista desde 1896 y más tarde va al seminario mayor de Taiyuanfu. El 1 de octubre del año 2000, el papa Juan Pablo II los canoniza; antes habían sido beatificados por el papa Pío XII el 24 de noviembre de 1946.
Común de Mártires
Oración. Oh Dios de misericordia, que quieres que to-dos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, concédenos, por la intercesión del obispo San Gregorio y de sus compañeros mártires, que todos los pueblos te reconozcan como Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado para la salvación del mundo. Que vive y reina contigo.
8.1 de julio

Antonino Fantosati y Compañeros, Mártires de Hunan (†1900)
Los «bóxers» de China sacrifican en 1900 a ANTONINO FANTOSATI (1842-1900). Obispo. Ingresa en la Provincia Franciscana de Asís y es ordenado sacerdote en 1865. En octubre de 1867 parte para China. Reside en Hupeh, sede del Vicariato; en Lao-ho-kow, desempeña el cargo de Administrador Apostólico del Alto Hupeh; en 1892 es nombrado Vicario Apostólico del Hunan Meridional. JOSÉ MARÍA GAMBARO (1869-1900). Sacerdote. El 27 de septiembre de 1886 entra en la Provincia franciscana de Piamonte; llega a China en marzo de 1896; es destinado a Hunan Meridional, a Yen-tchiou. El 1 de octubre del año 2000, el papa Juan Pablo II los canoniza; antes habían sido beatificados por el papa Pío XII el 24 de noviembre de 1946.

Común de Mártires
Oración. Oh Dios de misericordia, que quieres que to-dos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, concédenos, por la intercesión del obispo San Antonino y de sus compañeros mártires, que todos los pueblos te reconozcan como Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado para la salvación del mundo. Que vive y reina contigo.
8.2 de julio

María Clara Nanetti y Compañeras, Mártires de China (†1900)
Los «bóxers» de China asesinan en 1900 a siete Franciscanas Misioneras de María, que son las protomártires de su Congregación. Monseñor Francisco Fogolla, obispo coadjutor en Chan-Sí convence a María de la Pasión, Superiora general y fundadora de la Congregación, para que abra una misión. Llegan a China 1899 y se instalan en Taiyuanfu. Y allí mismo, junto con Gregorio Grassi y compañeros franciscanos, inmolan sus vidas en testimonio de la fe en Cristo. Todas ellas son beatificadas por Pío XII en 1946, y canonizadas por Juan Pablo II el año 2000. MARÍA HERMINIA DE JESÚS (Irma Grivot: 1866-1900). Nace en Beaume (Dijon. Francia); responsable de la comunidad. En 1894 inicia el prenoviciado en Vanves (Francia) y el noviciado en Los Châtelets (Francia); es superiora de las comunidades de Vanves y Marsella. En Taiyuanfu cuida con extrema delicadeza y caridad a los enfermos. MARÍA DE LA PAZ (Marianna Giuliani: 1875-1900). Nace en L’Aquila (Abruzos. Italia). En 1892 comienza su noviciado; reside en París, Vanves, Austria; se entrega por completo a la misión y muere con 24 años. MARÍA CLARA (Celia Nanetti: 1872-1900); nace en Santa María Magdalena (Rovigo. Italia); en 1892 entra al prenoviciado; en abril del mismo año comienza el noviciado; sirve a los cristianos huérfanos y responde a toda clase de exigencias de la misión. MARÍA DE SANTA NATALIA (Jeanne-Marie Kerguin: 18641900). Nace en Belle-Isle-en-Terre (Bretaña. Francia). En 1887 inicia el noviciado; es destinada a París y Cartago; trabaja ordeñando vacas en la granja, además de lavar la ropa. MARÍA DE SAN JUSTO (Anne Moreau: 1866-1900). Nace en La Faye (Poitou-Charentes. Francia). Ingresa en el noviciado en 1890; trabaja en Vanves en la imprenta y, además, hace zapatos para las hermanas, y mil pequeños trabajos que ayudan al sostenimiento económico de la comunidad, labores que continúa en la misión de Oriente. MARÍA ADOLFINA (Anne Dierkx: 1866-1900). Nace en Ossendrecht (Noord-Brabant. Holanda). En 1893 entra al noviciado en Amberes (Bélgica); se entrega a los trabajos más humildes y duros de la comunidad. MARÍA AMANDINA (Pauline Jeuris: 1872-1900). Nace en Herk-la-Ville (Limbourg. Bélgica). De la OFS en 1887. Entra en Amberes al noviciado; misionera en Ceylán/Sri-Lanka; vive en Marsella; cuida a los enfermos en el hospital de Taiyuanfu.
Común de Mártires
Oración. Oh Dios de misericordia y perdón, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, concédenos, por la intercesión de Santa María Clara y de sus compañeras mártires, que todos los pueblos te reconozcan como Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado para la salvación del mundo. Que vive y reina contigo.
8.3 de julio

Mártires de China de la Orden Franciscana Seglar (†1900)
Los «bóxers» de China en 1900 martirizan a los siguientes franciscanos seglares, catequistas y servidores de la misión franciscana de Taiyuanfu: TOMÁS SEN-KI-KUO (1851-1900), asistente de Mons. Grassi. SIMÓN TCHENG (1854-1900), fámulo de Mons. Fogolla. PEDRO U-NGAN-PAN (1860-1900), fue seminarista; profesor. FRANCISCO TCHIANG (1840-1900), agricultor y portero del orfanato regido por las Franciscanas Misioneras de María. MATÍAS FAN-TE (1855-1900), vigilante del Vicariato Apostólico. JAIME YEN-KUN-TUN (1855-1900), agricultor, cultiva las hortalizas para los misioneros, las hermanas, el seminario y el orfanato de la Santa Infancia. PEDRO TCHIANG (1849-1900), se le encarga los trabajos extraordinarios de la misión. Con pasión casi religiosa prestaba toda su colaboración y asiduo a las funciones religiosas. PEDRO WANG (1870-1900), cocinero en el seminario de Taiyuanfu. JAIME TCHUEN-SIN (†1900), sirviente de la Misión Franciscana.
Común de Mártires
Oración. Oh Dios de misericordia y perdón, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, concédenos, por la intercesión de los mártires, que todos los pueblos te reconozcan como Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado para la salvación del mundo. Que vive y reina contigo.
9 de julio

Nicolás Pick y Compañeros, Mártires de Gorcum (†1572)
La Reforma Calvinista lucha contra aquellos católicos que son fieles a la Eucaristía según la concepción defendida en el Concilio de Trento y defienden el Primado del Obispo de Roma. Un grupo de calvinistas entran en Gorcum (Holanda) en 1572 y apresan a los franciscanos del convento de aquella ciudad, además de otros religiosos y sacerdotes. Después de pasearlos por las aldeas y pueblos vecinos, los torturan e invitan a abandonar la fe católica en Brielle, ciudad de la Holanda Meridional. El 9 de julio de 1572 son ahorcados y descuartizados. Los mártires son un dominico, dos premonstratenses, un canónigo regular de San Agustín, cuatro sacerdotes seculares y once franciscanos. Éstos son: NICOLÁS PICK (1534-1572), guardián; JERÓNIMO DE WEERT (15221572), vicario; los sacerdotes NICASIO DE HEEZE (1522-1572), TEODORO VAN DER EEL (1499-1572), WILLEHALD DE DINAMARCA (1482-1572), GODOFREDO DE MELVEREN (1512-1572), ANTONIO DE WEER (1522-1572); ANTONIO DE HOORNAERT (1548-1572) y FRANCISCO VAN ROOY (1548-1572); y los hermanos PEDRO DE ASSCHE (1530-1572) y CORNELIO DE WIJK. El papa Pío IX los canoniza el 29 de junio de 1867.


Común de Mártires
Oración. Dios de bondad, que has premiado el martirio de tus santos Nicolás, Willaldo y compañeros con la gloria eterna, concédenos imitar su constancia en la fe y recibir el premio que ellos consiguieron. Por nuestro Señor Jesucristo.
9.1 de julio

María Petkovic de Jesús Crucificado (1892-1966)
La beata María de Jesús Crucificado nace el 10 de diciembre de 1892 en Blato, en la isla de Korcula (Croacia); es hija de Antonio y María Petkovic. Perteneciente a la Orden Franciscana Seglar, el 8 de septiembre de 1906, día de la Natividad de la Santísima Virgen, entra a formar parte de la asociación de Hijas de María. El día de la Anunciación del año 1919 funda la congregación de Hijas de la Misericordia, para «la educación e instrucción de la juventud femenina». El 6 de diciembre de 1956 el Instituto es de derecho pontificio. Con una profunda devoción a Jesús crucificado, hecho amor en las niñas y jóvenes marginadas, se entrega por entero a su formación humana y cristiana. Muere en Roma el 9 de julio de 1966. El papa Juan Pablo II la beatifica en Dubrovnik (Croacia) el 6 de junio de 2003.
Común de Vírgenes
Oración. Señor, tú que te complaces en habitar en los limpios de corazón, concédenos, por intercesión de la beata María de Jesús Crucificado, virgen, vivir, por tu gracia, el seguimiento de Cristo pobre de tal manera que merezcamos alcanzar la gloria de la Resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.


10 de julio

Verónica Giuliani (1660-1727)
Santa Verónica Giuliani nace el 27 de diciembre de 1660 en Mercatello (Pésaro. Italia); es hija de Francisco Giuliani y Benedetta Mancini. A los 17 años ingresa en el monasterio contemplativo de las capuchinas de Città di Castello de ma-nos del obispo José Sebastiani. Viste el hábito el 28 de octubre de 1677. Su programa de vida lo concreta en el seguimiento de Cristo pobre y crucificado: padecer por amor. Sufre fuertes tentaciones diabólicas y crisis de fe: se siente abandonada de Dios, dolor que ofrece por la conversión de los pecadores. El día 5 de abril de 1697 recibe la impresión de las llagas. En 1716 es elegida abadesa. El 21 de noviembre de 1718 se ofrece a María y se declara su sierva. Muere el 9 de julio de 1727. El papa Pío VI la beatifica en 1804 y Pío IX la canoniza el 29 de junio de 1867.
Común de Vírgenes
Oración. Señor, Dios nuestro, que hiciste admirable por las señales de la pasión de tu Hijo a tu virgen Santa Verónica; haz que, por su intercesión y ejemplo, aceptemos humildemente la cruz de Cristo para llegar a la gloria de su resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.
11 de julio

Benito de Nursia (480ca.547)
San Benito nace en Nursia (Umbría. Italia) en el año 480. Se retira a la región de Subiaco, huyendo de la dispersión humana y social que comporta la vida en la ciudad de Roma. Se le agregan muchos discípulos, con los que funda el monasterio de Montecasino. Su lema es: Reza y trabaja. Muere en el año 547.
Común de Santos Varones, para Religiosos
Oración. Señor, Dios nuestro, que hiciste del abad San Benito un esclarecido maestro en la escuela del divino servicio, concédenos, por su intercesión, que, prefiriendo tu amor a todas las cosas, avancemos por la senda de tus mandamientos con libertad de corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.

12 de julio

Juan Godofredo Jones (1530ca.-1598) y Juan Joaquín Wall (1620-1679)
San Juan Jones nace en Clynog Fawr (Gales. Reino Unido) hacia el año 1530. Educado en una familia de tradición católica, entra en la Orden Franciscana. Viaja a Italia donde reside en la fraternidad de Aracoeli en el Campidoglio. Después de unos años en Roma decide regresar a Inglaterra, donde Enrique VIII persigue a los católicos que no reconocen su primacía en la Iglesia inglesa. Sacerdote franciscano sencillo y humilde evangeliza Londres bajo el nombre de Juan Buckley. Después de torturarlo, le encarcelan durante dos años. Finalmente en julio de 1598 se le procesa. Es acusado de haber sido ordenado sacerdote en el extranjero y haber regresado ilegalmente a Inglaterra para sublevar al pueblo. Es ahorcado el 12 de julio de 1598.
San Juan Joaquín Wall nace en 1620 en Chingle Hall (Preston. Inglaterra). Entra en 1641 en el colegio de Douai, donde recibe la ordenación sacerdotal en 1645. Viste el hábito de los Hermanos Menores en el convento de San Buenaventura de Douai; toma el nombre religioso de Joaquín de Santa Ana. Con el pseudónimo de Francis Webb sirve a los católicos de Harvington Hall en el condado de Worcester durante más de 22 años. Es apresado en 1677. Está cinco meses recluido en la prisión de Worcester. El 25 de abril de 1678 es condenado a muerte. Después de otro proceso en Londres, lo ejecutan en Worcester 22 de agosto de 1679. El papa Pío XI los beatifica y Pablo VI los canoniza el 25 de octubre de 1970.

Común de Mártires
Oración. Padre bondadoso, que has distinguido en la defensa de la fe católica a los santos mártires Juan Jones y Juan Wall, concédenos, por su intercesión, que todos los que nos llamamos cristianos lleguemos a la unidad en la fe verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo.
12.1 de julio

Luis Martín (1823-1894) y Celia Guérin (1831-1877)
El beato Luis Martín nace el 22 de agosto de 1823 en Burdeos (Aquitania. Francia). Aprende el oficio de relojero y se instala en Alençon. Contrae matrimonio con Celia Guérin el 13 de julio de 1858 en la iglesia de Nuestra Señora de Alençon. La beata Celia nace en Saint-Denis-sur-Sarthon (Orne. Francia) el 23 de diciembre de 1831. Pertenece a la Orden Franciscana Seglar. Tienen 9 hijos, de los que sobreviven cinco niñas que, de jóvenes, profesan la vida religiosa: Marie (1860-1940), Hermana María del Sagrado Corazón. Pauline (1861-1951), Madre Inés de Jesús. Céline (1869-1959), Hermana Genoveva de la Santa Faz. Marie Françoise Thérèse, (1873-1897), Hermana Teresa del Niño Jesús, canonizada en 1925 y declarada doctora de la Iglesia en 1997. Todas religiosas carmelitas en Lisieux. Léonie (1863-941), Hermana Francisca Teresa, visitandina en Caen. Celia fallece el 28 de agosto de 1877 y Luis el 29 de julio de 1894. Matrimonio de una profunda experiencia cristiana y de una rica relación de amor entre ellos, con sus hijos y con los demás. El papa Benedicto XVI los declara beatos el día 19 de Octubre de 2008.
Común de Santos Varones o Santas Mujeres
Oración. Señor, tú elegiste a Luis Martín y Celia Guérin para que mostraran a sus hermanos el camino que conduce a ti; concédenos que su ejemplo nos ayude a seguir a Jesucristo, camino, verdad y vida, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la gloria de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.