lunes, 9 de junio de 2014

Las tres relaciones divinas

                                                              LA TRINIDAD



                                                       «Tanto amó Dios al mundo»

Lectura del santo Evangelio según San Juan 3,16-18.

En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: —Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

1.- El Padre.  La conclusión de la Iglesia cuando ora, medita y enseña la vida de Jesucristo es que Dios, que le ha enviado, es Amor; es donación de sí al Hijo y del Hijo al Padre (cf. Lc 10,21-22). Dios no ha retenido para sí al Hijo. Él ha regalado lo más preciado de su vida para que tengamos vida, sin mérito alguno por nuestra parte. Dios no aceptó perdernos cuando pecamos al inicio de la historia. Dios no es el que está sentado en su trono para observar a la creación de una manera impasible cómo nos esclavizamos y nos matamos.  Es como un padre y una madre, que siempre lo serán aunque los hijos se alejen o se independicen. Dios entrega a su Hijo a la historia humana y con ello vive los horrores que hemos creado en nuestra convivencia malsana. Pero Jesús experimenta nuestro mal sin dejar de obedecer y ser fiel al amor del Padre, los que ha supuesto nuestro perdón definitivo. Además, su resurrección nos crea la esperanza de que nuestra vida no termina donde nuestro pecado fijó su destrucción: la muerte, sino en la vida sin fin de su amor eterno.
2.- La Comunidad.  La Trinidad expresa la comunión entre las relaciones divinas. Dios crea, recrea y salva, y las tres funciones están íntimamente relacionadas. No hay ni oposición, ni distanciamiento entre ellas, sino funciones que se suceden unas a otras, se complementan y se fortalecen. La comunidad humana y cristiana es imagen de estas relaciones divinas. La familia crea y desarrolla la vida, de forma que hace de niños personas. La sociedad y la comunidad cristiana crea al recrear y desarrollar las vidas que no han tenido la oportunidad de alcanzar su dignidad, o simplemente complementan desde las relaciones amorosas divinas nuestros fallos y pecados culturales e institucionales. Como la persona, las sociedades y las comunidades tienden a buscarse a sí mismas, desconociendo el nombre de los vecinos, por hemos construido muros bien altos para no ver lo que pasa en África, por ejemplo. La comunidad cristiana posee el Espíritu, que le recuerda constantemente cuál es su misión: hacer relevante a un Dios que continuamente crea, recrea y salva, porque no se cansa de darse sin límite a nuestra vida común y personal. 
3.- El creyente. Nosotros, al ser amados por Dios (cf. Rom 5,8-9), adquirimos la capacidad para amar, porque Dios es el origen y la raíz de todo amor. Cuando amamos al prójimo y amamos a la creación es una expresión visible del amor a Dios; el sacramento del encuentro con Él; no hay otra forma de demostrar que el amor a Dios es verdadero. Por otra parte, Jesús enseña la unión entre el amor a Dios y el amor al hermano (cf. Mc 12,28-34par). Esto nos conduce a denunciar los dioses que se han instalado en nuestra conciencia proveniente de una cultura esencialmente egoísta y mercantil. Creamos dioses al uso, iconos del arte, la ciencia, el deporte, la política, etc., donde tapamos a Aquel que es el que realmente favorece la paz interior y la relación pacífica con los otros, reconociéndolos como parte de nosotros. Debemos pedir al Señor que tengamos una experiencia verdadera de su amor, para resituar todos nuestros mitos, nuestros ídolos, nuestros dioses, que impiden una y otra vez un diálogo franco y sincero con el Señor y con los demás.


1 comentario:

  1. TANKAS

    Trinity is ours,
    don't search it only in books
    or outside your soul.
    It's closer than you may think
    if you explore three love trails.

    You've got to walk them
    as they were one in your lands
    yet spiritual.
    The Way of the Creation,
    then the one of Salvation.

    And at the same time,
    the invisible pure force
    that helps and leads us
    like a wind become fire
    melting the difficult stones.

    Father of mercy,
    Son of light and redemption
    and Holy Spirit.
    We aspire to climb slowly
    the three steps of this fair stair.

    (Llenando Cuencos)

    http://miralfondo.blogspot.com




    La Trinidad es nuestra,
    no la busquéis sólo en los libros
    o fuera de vuestra alma.
    Está más cerca de lo que podáis pensar
    si exploráis tres senderos de amor.

    Tenéis que caminarlos
    como si fueran uno en vuestras tierras
    aun espirituales.
    El Camino de la Creación,
    luego el de la Salvación.

    Y al mismo tiempo,
    la pura fuerza invisible
    que nos ayuda y nos conduce
    como un viento convertido en fuego
    que funde las piedras dificultosas.

    Padre de misericordia,
    Hijo de luz y redención
    y Espíritu Santo.
    Aspiramos a ascender lentamente
    los tres peldaños de esta escalera justa.

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