martes, 17 de diciembre de 2013

Crónica. Pregón de Navidad del ITM en la Merced

PREGÓN DE NAVIDAD 2013


El día 14 de diciembre celebró el Pregón de Navidad el Instituto Teológico de Murcia OFM y la Universidad de Murcia. El Pregón lo dijo D. Severiano Arias González, Ingeniero de Caminos y Director del Tranvía de Murcia. Repasó sus años de infancia y juventud en Caravaca, indicando los pormenores de las costumbres que rodean el Belén navideño y la vida de familia, más intensa en estos días. A la par, reflexionó sobre el misterio del Verbo que se hace carne (cf. Jn 1,14) y las implicaciones que tiene para la felicidad humana y la defensa de la dignidad de la persona. Hay que evitar, dijo, que las personas pasen hambre en estos días, y en todo el año; y hay que asistir a las personas que se encuentran solas, que son muchas en nuestra Región: bien por viudedad, bien per separaciones matrimoniales, bien por ser hijos únicos, bien porque no son queridos por nadie.
La Coral del Colegio de San Buenaventura de los PP. Capuchinos cantaron los villancicos navideños. La coral está compuesta por noventa niños y adolecentes y dirigida por el prof. Manuel Canteras. Asistieron el Rector de la UMU, José Antonio Cobacho, el Director del ITM, Miguel Ángel Escribano y el del Colegio de los Capuchinos de Murcia, P. Cayetano, además de innumerables profesores, fieles y alumnos de los Centros Educativos citados, que llenaron el templo de La Merced de Murcia (España).

Al final se ofreció unos dulces para felicitar la Navidad. De ella escribe la profa. Elena Conde: "Vosotros, Franciscanos, revestidos con el marrón de vuestro hábito, parecíais un coro de gorrioncillos sedentes en la mesa cálida del picar y la amistad, mientras sobre alguna capelina nevaba el polvillo del azúcar glass de los dulces navideños".


Para meditar. Domingo IV de Adviento

 
                       Para meditar


Evangelio de Mateo 1, 18-24

[… a José] se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”» […].

            1.- Una cosa que queda bien afirmada en esta página es la intervención directa de Dios en el nacimiento de Jesús. Del mismo modo que en la creación del mundo se decía que el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas (Gén 1,2), ahora se dice que María “había concebido un hijo por obra de lo Espíritu Santo” (Lc 1,18.20). Se trata, pues, no de una biografía sino de una confesión de fe sobre Jesús: Él es el Mesías, el Hijo de Dios. Los dos nombres que recibe Jesús también vienen de Dios. El primero, “Jesús”, lo propone el ángel, el mensajero. El segundo, “Emmanuel”, viene de la Escritura, de la Palabra de Dios (Is 7, 14).         Ni a José, ni a los contemporáneos de Jesús, ni a nosotros nos es fácil aceptar que un hombre concreto sea el mismo Dios... hace falta un corazón pobre para que Dios nos lo revele. José posee corazón de pobre obediente a la fe. El ejemplo de todo creyente cristiano.

            2.- Dios le cambia la vida a José para incluirlo en su plan de salvación para los hombres. José, prometido a María y carpintero tenía su futuro planificado como toda persona que habita en esta tierra: un trabajo, una mujer, o un hombre, para hacer que la historia humana continúe desde las relaciones de amor. Y Dios le altera este futuro. Ni su mujer, ni su hijo serán suyos. Son de Dios. Eso sí, serán de su cuidado, de sus desvelos, de su apellido y de su raza. Y le enseñará a Jesús ser una persona para que pueda comprendernos a todos y vivir como nosotros.

3.-  La decisión que José toma respecto a María de repudiarla en secreto está relacionada con la búsqueda de la voluntad de Dios. ¿Cómo busco yo la voluntad de Dios? ¿En esta búsqueda estoy dispuesto a salvar a las personas aunque éstas estén acusadas gravemente? Cómo familia, comunidad o grupo, ¿a qué personas concretas hemos tratado de salvar? José pudo decidir porque escuchó el punto de vista de Dios.
¿Frecuentemente decido basándome sólo en “mi” punto de vista o cuento con el punto de vista de las personas que viven conmigo? ¿En qué forma voy a proponerme escuchar y pedirle a Dios su punto de vista?  ¿Qué condicionamientos a nivel personal o comunitario nos impiden decidir según la voluntad de Dios? ¿Qué vamos a hacer para que esta navidad que se aproxima no se quede sólo en fiestas y celebraciones de carácter social, sino que nos ayude a entrar en un camino de búsqueda y obediencia de la voluntad de Dios?


Reflexión franciscana

4.- Clave de la reflexión: La esperanza es un don que cambia la vida de quien lo recibe, como demuestra la experiencia de muchos santos en este caso como Francisco. Como resumen de la enciclica "Spe salvi", resaltamos:

La esperanza «Consiste en el conocimiento de Dios, en el descubrimiento de su corazón de Padre bueno y misericordioso». Esta esperanza es nuestra salvación.  Jesús nos ha revelado el rostro de un Dios tan grande en el amor que nos ha dado una esperanza inquebrantable, que ni siquiera la muerte puede resquebrajar, pues la vida de quien confía en este Padre se abre a la perspectiva de la felicidad eterna».  Jesús es nuestra esperanza: más fuerte que los sufrimientos de la esclavitud y que por ello transforma desde dentro la vida y el mundo.  La esperanza crece con la oración, la acción, el sufrimiento y el Juicio de Dios.  Francisco vivió todo esto porque Dios le fue concediendo a lo largo de su vida lo que él le pidió al principio de su conversión, y supo en quien poner su esperanza, por eso podemos decir con rotundidad que Francisco es un hombre de “esperanza cierta”. Y "María, estrella de la esperanza", se la fue iluminando. 

                                            Equipo PJV franciscanos (FAV)
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